La influencia de Los Beatles en la música de Los Redondos

Las canciones de Los Redondos están influenciadas por infinidad de artistas que durante décadas nutrieron el cerebro y el corazón del Indio y de Skay. Hoy les dejamos algunos apuntes sobre la importancia que para ellos tuvieron Los Beatles.

Autor: Redondos Subtitulados, lunes 7 de enero de 2019

En el librito de El tesoro de los inocentes , el Indio citó una frase de John Lennon & Paul McCartney:

No sabés qué es un necio?
Es quien se hace el insensible haciendo un poco más frío su mundo…

La frase, castellanizada, pertenece al temazo «Hey jude», de Los Beatles. La original (en inglés) decía: «For well you know that it’s a fool / who plays it cool / by making his world a little colder…»

Pese a que el Indio admitió que suele incluir ese tipo de citas en el arte de sus discos para descomprimir el ambiente que generan, y para otorgarles una cuota de humor, no es ninguna novedad su admiración por la música Beatle.

En las canciones de Los Redondos hay muchas referencias a The Beatles. Y es que la dupla compositiva detrás de Patricio Rey creció en un mundo que se sorprendía por la originalidad del grupo británico. En infinidad de reportajes Skay y el Indio declararon su amor por Los Beatles, y reconocieron la influencia que sus canciones tuvieron en su formación musical.

En un reportaje el Indio admitió que Los Beatles le abrieron las puertas del rock: «en el año 62, 63, ya trabajaba de Beatle con cuatro botoncitos, el cuellito me lo tenía que hacer porque no existían esas camisas acá, botitas beatle… Yo no entré por ningún otro motivo en el rock más que porque los Beatles y los Stones me empezaron a señalar a los bluseros negros y, a partir de ahí, empezó la época interesante de la cultura rock, que, en mi caso, tiene más que ver con los yippies [los seguidores de la organización contracultural Touth International Party] que con el Flower Power. Lo importante de la cultura rock para mí fue esa actitud política en otros términos, política como la entendían los yippies. O sea: no me importa en qué organización estás militando, sino qué hacés de la mañana a la noche, tu manera de vivir.» 

Algo parecido le dijo a la revista Orsai.: «a mi me empieza a despertar The Beatles en el sesenta y dos, cuando empiezan a pasar por la radio canciones como ‘Love me do’ y demás. Y después se produce como un encadenamiento, cuando empezás a ver que hay a los costados de los músicos que te gustan«.

Skay tampoco pudo escapar a la revolución Beatle. En 2013 le confesó a Página 12: «a mí me apasionaban Carmina Burana, y Mozart y Vivaldi. Mi viejo fue uno de los impulsores de la Fundación del Teatro Colón, y supongo que no fue más que un gesto hacia mi mamá. Con toda esa data, genética y adquirida, a los ocho años me puse a aprender guitarra con un muchacho que tocaba jazz. El me tiró los primeros acordes y me enseñó temas de Eduardo Falú y Atahualpa. Cuando descubrí a Los Beatles largué todo. ¡Se me quemó la cabeza! Empecé a tocar solo, como un loco. Autodidacta total…»

La primera vez que escuchó a Los Beatles el Indio sintió algo parecido: «También digo en el disco (Tomasito poder oirme, de El tesoro de los inocentes) que “los sesenta fueron tres putos años, nomás”. Fueron esos de locura y tuvieron una inercia muy rica. Yo estoy desaforado cuando veo a los pibes de las bandas nuevas diciendo: “No hay que tomarse las cosas en serio” o “una canción no cambia el mundo”. Esto último puede ser cierto, pero para alguien como yo, que tiene una noción constructivista de la vida, si algo cambió mi mirada, cambió el mundo. Me pasó eso cuando escuché por primera vez a los Beatles, a Dylan». 

Luego de descubrirlos, Skay siguió muy enganchado con la música Beatle. «A los 12 o 13 años armé una banda con mis compañeros de colegio, que era The Longfellows, donde tocaba la guitarra: hacíamos temas de los Byrds, los Tremeloes, Los Beatles», le contaba a Página 12 en el año 2002.

Como si fuera una película, esas canciones de Los Beatles le abrieron las puertas de Europa, donde sufrió los últimos coletazos del Mayo Francés, y luego fue deportado a Londres. Allí escuchó en vivo a Jimmy Hendrix, y terminó de definir su destino de violero para siempre. «Cuando tenía 15 años hice un viaje con mis viejos a Sudáfrica. En el barco convocaron a todos los pasajeros a que hicieran su gracia para entretenerse, ya que eran días y días de navegación. Yo subí y toqué con la guitarra unos temas de los Beatles y de Dylan. Me gané el primer premio, que era un viaje ida y vuelta a España. Y claro, mis viejos ni en pedo me dejaban viajar a los 15 años solo a España. Pasó un año y mi hermano cumplió 18, así que nos dejaron ir juntos. Él quería estudiar antropología y como mi vieja tenía unos amigos en París, nos dijo que fuéramos a ver si podíamos conectarnos, hacer unos cursos. Caímos ahí a fines del ‘68. Y si bien la historia cuenta que mayo fue la época, en el barrio latino una vez por semana había corridas. Los policías estaban muy bien entrenados. En una de esas me partieron la cabeza de un palazo y nos mandaron adentro. En 48 horas tuvimos que abandonar el país. Con tanta mala suerte que dijimos “vamos a Londres”. A fines del ‘68 Londres era otra cosa. Lo pude ver a Jimi Hendrix, tocó en el Royal Albert Hall con el trío de Mitch Mitchell y Noel Redding, que era una cosa tremenda. Todo era tan novedoso, tan fuerte, tan nuevo. Hendrix era emergente de todo ese movimiento, con una libertad absoluta. Parecía imposible creer que podía salir todo ese sonido de una guitarra. Uno estaba acostumbrado a ver otra cosa acá y eso era un furia desenfrenada, una tormenta. Eso mismo se veía en la calle, no solamente Hendrix con su grupo Experience» (Revista Dale, abril de 2014).

¿Qué admiran de Los Beatles?

En 2007 Skay valoró el carácter minimalista de las composiciones del grupo británico: «admiro a los Beatles porque te muestran un universo completo en muy poco tiempo. Salvando las distancias (sonríe), intento hacer eso: si en dos minutos puedo concentrar todo lo que quise decir, para mí está perfecto».

Hace algunos años Solari los calificó como sus «héroes». En otra entrevista, hablando sobre Paul McCartney y John Lennon, opinó: «a mí me gustaba la dupla que hacían con Lennon, que le agregaba toda la parte oscura, crítica y desgarradora. Y si aprovechamos eso, más la afinidad de las voces entre los dos, y la riqueza melódica que tiene McCartney, tenemos eso maravilloso que pasó que se llamaron los Beatles…»

En 2010 Solari le contaba a Mario Pergolini que por su cabeza pasó un proyecto de grabar junto a su amigo Andrés Calamaro un disco de covers, entre los que había elegido la canción «Rain» de The Beatles: «quería tomarme el trabajo de traducirlos al castellano, pero creo que no me iban a dar los derechos para Argentina. Rain iba bien con el resto de las canciones que había elegido, había temas de The Who. Eran todos rocks bastante crudos, bajo y dos violas, una rítmica, y otra para que juegue. Yo juego con las texturas, pero tiene que haber un corazón de guitarra«.

Las influencias en las canciones redondas

Las influencia Beatle en la discografía de Los Redondos, del Indio y de Skay están siempre presentes. A veces de forma más sutil, y otras es más fácil advertirlo. En diciembre de 2016 Solari le dijo a la Rolling Stone: «En las primeras canciones de los Beatles [se confunde] de los Redondos… digo los Beatles porque para mí ahí pasaba lo mismo. Entre los Beatles que tomaban ácido y los primeros, que se ponían el trajecito, que era un grupo pop con canciones frescas, había una diferencia. Y yo veo a los Redondos de la misma manera: las primeras canciones para mí son frescas. Tomamos farisani para ver qué onda con el sun saaa! Tomamos renové porqué… no me acuerdo ni las letras de algunas» [creemos que se refiere a la canción Oh Mami, de la protohistoria redonda. Allí decían que tomaban «Gamexane» y «Aeronafta» para ver qué nota da].

Quizá por eso el primer track de Un baión para el ojo idiota (1988), Masacre en el puticlub, tiene una melodía similar a Wild honey pie.  «Me influenció mucho Zeppelin. Mis referentes son los Beatles, los Stones, Zeppelin, Hendrix y Pink Floyd. Si tuviese que nombrar cinco, con esos estoy hecho. Después hay otros más, pero con esos cinco tengo un piso importante«, le contaba Skay en 2017 al periodista Marcelo Fernandez Bitar. La referencia a la canción Beatle en Masacre en el Puticlub parecería ser de su autoría.

En Héroe del whisky, una de las canciones dedicadas a Enrique Symns, Los Redondos cantan: «No va a morir frente al DAKOTA” / no alcanzará… / dice que el amor se muere y no dice más». El DAKOTA fue el edificio en el que vivía John Lennon en la década del 70, en Nueva York. En la vereda del edificio fue asesinado por Mark Chapman, un «admirador» medio loquito que le tiró cinco tiros al ex Beatle, provocándole la muerte casi inmediata.

En otro reportaje le hicieron ver a Skay que en el final de su tema solista La doble marca hay una referencia Beatle, al tema Eleanor Rigby: «Claro, eso es adrede -reconoció Skay-. Me pareció el final perfecto que queríamos para el tema (se ríe)».  «Los Beatles son el ejemplo de lo que es una buena canción, y la síntesis. Hendrix también fue clave, porque era la libertad absoluta y todo lo que era capaz una guitarra, cómo era posible hacer música con un acople, la distorsión, el wah-wah, el tratamiento del sonido, una cosa totalmente salvaje» (Diario Página 12, octubre de 2002).

Para el periodista Aldredo Rosso La fiesta del Karma, de Skay, está influenciada por “The Inner Light” de The Beatles. El flaco le confirmó que es posible que esa influencia esté presente en la canción.

While my guitar gently weeps

Como dijimos, las referencias Beatles aparecen de forma más o menos directa a lo largo de la carrera artística de Solari & Beilinson. Fueron influenciados tempranamente por sus canciones y de algún modo les mostraron el camino para incorporar nuevos artistas que los marcaron.

El año pasado Solari publicó el Ruiseñor, el amor y la muerte. En el disco incluyó las fotografías de algunas de las personas que lo formaron y lo inspiraron. Sus padres aparecen en la tapa y en el interior se ven los rostros de cineastas, músicos, políticos, escritores. Allí está, como corresponde, la imagen de John Lennon. Es el reconocimiento que el Indio le hizo a The Beatles por su aporte.

Y como todo tiene que ver con todo y el mundo es redondo (y de ricota), en el año 2014, cuando el Indio y su equipo quisieron que el sonido de su primer DVD diera un salto de calidad, enviaron el material a Abbey Road (ex EMI), el estudio en el que The Beatles grabaron casi toda su discografía. Martín Carrizo y Cia mezclaron el DVD en el mismo estudio donde se grabó el disco homónimo de Los Beatles, que termina con las canciones The End y Her Magesty. Se ha dicho que el tema Cruz diablo, incluido en Luzbelito, tiene algunos riffs similares a los que aparecen en The End.

En Abbey Road conocieron a Axel Lang, un ingeniero de sonido argentino que los ayudó con la edición del DVD, y que luego fue invitado a formar parte de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.

Así como Lennon & McCartney es -quizá- la dupla compositiva más importante del rock, en nuestro país Solari & Beilinson poseen similar mérito. En este artículo señalamos algunas de las referencias más obvias que pudimos encontrar, pero seguramente habrá otras. Es que la construcción de un artista no es un proceso lineal, sino que la sensibilidad de cada uno les permite ir incorporando las influencias musicales y poéticas que los conmueven.


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