LETRA
-Zippo, que estaba hecho migas
se mandó en una picada
chistando a su mala sombra
sin copiloto ni nada.
-¡Zippo va camino del infierno cagando leches!
no supo repartir sus fichas
y su cielo ennegrece…
-Nunca fue un listo de pesos
siempre un listo de centavos.
Su boca arde en maldiciones
que se tragan mal.
Se va gritando -¡cruz diablo!
por pura cortesía.
-El Himno de Tangópolis le dice
(como al oído…)
que sus aventuras pegan mal
y anuncian poco.
-El tipo maduró pronto
y se pudrió bien temprano
un barro que asfixia ésa anguila es la salvajada.
-Si el perro manso come la bazofia y no dice nada
le cuentan las costillas con un palo, a carcajadas.
-Demasiados los moretones
muy pocos encantamientos.
Son tantos los cocineros que joden la sopa.
-Su rocanrol sangra oídos
ya que Dios le truchó el boleto.
Zippo, una risa de mil dientes
cargados de azufre.
APARECE EN
MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN
¡Cruz Diablo! está sostenida por un riff que remite al final de Abbey Road, ese pasaje instrumental previo a The End.
Yo le encuentro un aire tanguero. Cuando tus aventuras le pegan mal a la gente y no tenés defensa alguna —algo que justifique la cagada que te mandaste—, está todo mal. Además de la referencia a Tangópolis, el verso que dice Como al oído cita un tango viejo.
Menos mal que ya estoy terminando mi ciclo, ¿no? Siempre pienso que uno está atado al oído y los sentimientos del momento histórico que le toca transmitir. Yo no sé cómo sería si me hubiese tocado vivir un momento histórico de leyes paradisíacas, de bonanza, honestidad y dignidad. ¿De qué escribiría? Me ha tocado escribir toda la vida, por temperamento, contra el poder establecido, contra las costumbres, contra la Iglesia… Me tocó asumir lo dramático. La felicidad se vive, en vez de escribirse.
Uno no puede transcribir una vivencia que no lo haya conmovido. A pesar de haber sido siempre clase media y de haber coqueteado un rato con la clase media alta —hasta la Revolución Libertadora: de ahí en adelante, todo mal—, me ha tocado vivir cerca de los marginales. No de los marginados, sino de los que se automarginaban como yo. Aparentemente no jodíamos a nadie, porque estábamos aplicados a un costado del asunto al que nadie le daba bola: la batalla cultural.
Sigo pensando lo mismo que pensaba en aquel entonces. El mundo se mueve por las finanzas pero la batalla sigue siendo cultural: ver qué estrategias tenemos los que nos consideramos buenos —seamos maniqueos por un rato— para vencer a los malos sin transformarnos en ellos. Porque cuando te enfrentás a un monstruo, lo más efectivo —y al mismo tiempo, lo más caro— es transformarte también en un monstruo para evitar que el otro te devore.
Como dijo alguien (¿fue Borges?), uno puede hacer cualquier cosa con un caníbal, menos comérselo. Y menos que menos el Estado, que debe garantizar
reglas de juego parejas para todos: ¡el Estado no puede comerse al caníbal! En Italia, cuando tuvieron que lidiar con el fenómeno del terrorismo, arrestaron gente y la juzgaron, no la tiraron desde un avión. Metelos en cana respetando la ley, pero no te los comas. ¡De otro modo te convertís en un monstruo peor que el que decís combatir!
Eso es lo que le pasó a la Rusia soviética. Arrancó bárbaro, tirando papel picado, y terminó convirtiéndose en un poder militar terrible que sojuzgaba a su propio pueblo de un modo que nada tenía que ver con los ideales comunistas y socialistas.
Los pobres siempre son la leña: en cualquier parte, en cualquier tiempo. Esos perros mansos que comen la bazofia y no dicen nada, a los que les cuentan las costillas con un palo a carcajadas. El opresor no siente arrepentimiento ni pena. Si sintiese algo así, se suicidaría.
La grieta de la que hoy tanto se habla no es otra cosa que la vieja competencia por las herramientas del futuro. Todo el mundo quiere —porque tiene derecho a eso— asegurarse de que sus hijos tengan acceso a esos secretos. Eso hace que nos movamos en un mundo de una falta de solidaridad muy grande, donde los más privilegiados se quedan con todo y el resto se queda sin ninguna agencia sobre el asunto. Esta fractura seguirá existiendo mientras los canallas perduren en el poder.
Otro período así que asomen los militares o algo parecido no me lo banco, soy carne de cañón. Y vos ni hablar… En mi rubro, me he transformado en el más visible de los que se manifiestan políticamente y convocan. Dicen que soy K… Y, sí, soy un poco kirchnerista, como soy un poco peronista y un poco comunista y un poco socialista… Lo que no soy es neoliberal. Liberal filosófico sí, pero no financiero.
Cuando se habla de que Zippo tiene una risa de mil dientes / cargados de azufre, remite a algo demoníaco. La de Zippo es, infiero, una sonrisa psicópata.
Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 17 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).
El análisis del blog ESA VIEJA CULTURA FRITA
Volviendo el último disco, ¿es Zippo un personaje existente?
Es un personaje como cualquiera. No estamos hablando de una persona en especial. Creo que a cualquiera lo cabe. Son como características humanas que le son comunes a mucha gente.
Entrevista a Skay, «Skay: un sonido Redondo». Revista Music Shop nro 5, 23-12-1996
Letra original manuscrita por Indio Solari


Durante la exposición que brindó en el año 2015 en la Biblioteca Nacional, Indio Solari por primera vez mostró algunos de los manuscritos originales de sus letras. Son tesoros invaluables que nos permiten descubrir el proceso creativo, y algunas de las modificaciones que les realizó a las canciones.
Acá podemos ver el manuscrito de «Cruz diablo», con las anotaciones y resaltados realizados por el Indio.
FICHA TÉCNICA
Disco: Luzbelito
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 04:13
Letras y música: Beilinson-Solari (Soppapa & Viridio)
La Orquesta: Semilla-Walter-Sergio-Skay-Indio
Lucifuegos Invitados: Metaleira Mantequeira en Blues de la Libertad y Mariposa Pontiac/Rock del País.
Lito Vitale en Blues de la Libertad, Mariposa Pontiac/Rock del País y Rock Yugular (Canción de Amor)
Rodolfo Yoria: trompeta en Fanfarria del Cabrío.
Luzbola Técnica: en Sao Pablo Estudio «Be Pop»
Capocañonero: Néstor Madrid
Asistentes: Silvio Vianni, Flavio R8, Rogerio
en Fort Lauderdale Estudio «New River»
capocañonero: El Magiar Brewer
en Buenos Aires: Estudio «El Pie»
capocañonero: El Magiar Brewer
asistentes: Eduardo Herrera, Hernán Aramberri, Bruno Opitz, Pablo Mochovky, Sebastián Ilman.
en todas partes: poly
Luzmaginación: Rocambole
Cybergráfica: S Reyes / J M Moreno / M Gimenez
Producido por P. Rey
Publicado P. Rey
Distribuido por DBN S.R.L.