LETRA
Es un criminal mambo,
es un criminal mambo,
es un criminal mambo,
es un criminal mambo…
Es un criminal mambo,
es un criminal mambo,
es un criminal mambo,
es un criminal mambo…
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡mambo mambo!
¡mambo mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡criminal criminal mambo!
¡¡criminal!!
¡¡criminal!!
¡¡criminal!!
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Hasta acá todo bien con ese sonido nuevo, elegantemente decadente, que descubrieron en el estudio de los Vitale. Pero entonces llega Criminal mambo —el cierre del disco, nada menos— y ahí aparece una densidad… Primero en lo sonoro, con esa voz femenina operística de fondo y el saxo reventado. Y finalmente con las palabras.
¡Tiene una sanata en italiano que nunca supe qué quería decir!
Pero la palabra “faccio” —que quiere decir “hago”, pero suena como nuestro “facho”— se oye muy clara. Y cerrás gritando: Criminal. ¡Criminal! ¡CRIMINAAAAL…! Las palabras que tantos habíamos querido gritar, durante los años de la dictadura, y que hasta entonces no habíamos podido.
Creo que si le agregaba más cosas, lo arruinaba. Era más potente gritarlo desgarradoramente. Mi voz sonó siempre a frenada de coche. ¡No le gustaba a nadie cuando arranqué! Uno es como un rapsoda, expresa mucho pero no sólo a través del canto. Por eso Alfredo Krauss puede ser el mejor cuando se habla estrictamente de bel canto. ¡Pero no llega nunca a ser lo expresivo que es Pavarotti!
Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 9 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).

La hoja interna incluye, además, una falsa carta del COMFER, prohibiendo la difusión de Criminal mambo.
Alguna trapisonda había que hacer, para que las cosas no quedasen en un nivel de tragedia estilo Un tranvía llamado deseo… Cada tanto tiene que haber un disparate.
La carta dice que Criminal mambo es un “cantable” al que se prohíbe “por estar en infracción con lo dispuesto en el artículo 1 inciso a), b), d), g), k), y s) del Decreto 4093”.
La gracia de mencionar Criminal mambo se debía a que era la única que casi no tenía letra. ¡Era un absurdo!
El texto de la carta está escrito en un papel membretado con pinta de oficial Presidencia de la Nación, Comité Federal de Radiodifusión.
Siempre me gustó escribir cartas. Todavía hoy, aunque lo hago cada vez menos por razones obvias. Por eso, cada vez que entraba en algún lugar serio y pispeaba que había papeles membretados, me los llevaba. Mi hermano me había conseguido unos con membrete del PJ, por ejemplo. Recuerdo otros del Comité Olímpico de México, de la Oxford University… Por eso Patricio Rey, cuando mandaba cartas,
lo hacía siempre en ese marco.
Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 9 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).
“CRIMINAL MAMBO”: es un grito, allí no entra mas nada. La letra esta en comunión con la música, solo repite “es un criminal mambo”, que empieza susurrando y termina con un coro casi operístico. Inclusive hay una parte que es un seudo-italiano, y la gente responde mucho frente a una frase que dice algo como “solo copio la mía lezione”, y ese es un ejemplo de cómo una canción se modifica en el contacto con quienes la escuchan. Yo la enfatizo de una manera diferente al ver como eso resuena en la gente, ellos parecen entender que si todo es un criminal mambo, solo copio mi propia lección, o sea, me abastezco de mis propias verdades, hago la mía.
Gulp! explicado. Entrevista a Indio Solari por Claudio Kleinman. Revista Canta Rock, año 3, nro. 44, 19 de septiembre de 1985.
Criminal mambo, por Marcelo Figueras (El cohete a la luna, 4 de agosto de 2018)
Gulp es un poco esta mezcla, de parte del espíritu de la época, y darse cuenta que esto se podía utilizar para algo completamente distinto e infinítamente más ambicioso. Y tanto es así, que el Indio creo yo se dio cuenta de lo que se podía hacer a través de esa plataforma, que el disco que vino fue Oktubre. Ahí ya no hay medias tintas, ya no hay joda porque si, no hay simple frivolidad, sino una conciencia ardiente. De alguna manera Oktubre arranca desde el lugar en el que Criminal Mambo, esta canción que cierra Gulp, la deja. Esta canción que casi no tiene letra, que el Indio se ríe porque dice “tiene una sanata en italiano, en el medio, que nunca supe lo que quería decir. Una joda, no se lo que estaba diciendo”; pero en el medio está la palabra “faccio”, faccio de hacer, pero acá “facho” en criollo significa otra cosa. Y ese hecho de cerrar gritando “criminal! criminal! criminal!” locamente eran palabras que tanto habíamos tenido atragantadas en la garganta durante tantos años sin poder decirlas, y mucho menos gritarlas. El Indio siempre se ríe, dice “mi voz siempre sonó a frenada de coche, y al principio, cuando arrancó la banda, a nadie le gustaba”. Pero si hay algo que queda claro escuchando esta canción que cierra Gulp, es que abre el principio de Los Redonditos de Ricota que nosotros conocemos.
Marcelo Figueras, Big Bang, FM La Patriada, 23 de abril de 2018. Programa especial dedicado a “Gulp”.
En 1992 Los Redondos editan En Directo, el primer y único disco oficial de la banda que recopila temas en vivo. El décimo track corresponde a “Criminal mambo”. El audio corresponde al recital que el grupo brindó en el Estadio Obras el 29 de diciembre de 1991.
El 23 de mayo de 1987 se produjo un hecho trascendente para el rock argentino: Luca Prodan, líder de Sumo, sube al escenario y canta a dúo con el Indio Solari este clásico ricotero.
FICHA TÉCNICA
Disco: Gulp
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 03:02
Grabado entre los meses de noviembre y diciembre de 1984 en los estudios «Tubal» de Buenos Aires, Argentina.
Ingeniero de grabación: Lito Vitale
Batería: Piojo Abalos
Saxofon: Willy Cook
Otro saxo: Gonzalo
Guitarra: Fargo Daviero
Bajo: Semilla Bucciarelli
Teclados: Lito Vitale
Coros: Laura, Claudia y María
También estuvieron de casualidad Skay y el Indio con sus guitarras y voz respectivamente.
Los arreglos y los temas han sido debidamente registrados a nombre del dúo Solari – Beilinson.
Dirección artística e ingeniería psíquica: Poly
Cubierta y gráfica interna: Rocambole
Una producción de Patricio Rey – 1985
Industria Argentina. Publicado por P Rey Discos.