Gran Lady

LETRA

Llegué a transar una Vulcan roja
y allí la conocí,
en un tugurio de frontera
visteando en portuñol.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

Lionel Ritchie en el «Bar Princesa»
sonaba ensoñador
y la Gran lady se tatuaba
en una hamaca tibia al sol.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

Todo «bonito y barato»
playeras marca top
billetes rotos de lotería
sembrados por el hall.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

La Gran lady te acaricia y no besa, ¡oh! no…
(es un instante de belleza muy cruel)
mira tu suerte en los buzios,
no cobra nunca sus promesas,
quita la sal de tus mejillas, feliz.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

Paredes de cartón piedra, un lujo
y el milagro sensual
de mujeres fantasmas gringas
y morenas joyón.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

Botellas de Johnie rojo
de Johnie negro y ron
y de cachaça, doncella loca
que calma tu dolor.

¡Gran lady!
¡Gran lady!

La Gran lady te acaricia y no besa, ¡oh! no…
(es un instante de belleza muy cruel)
mira tu suerte en los buzios,
no cobra nunca sus promesas,
quita la sal de tus mejillas, feliz.

¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!
¡Gran lady!


APARECE EN

Lobo suelto, cordero atado (Vol. 1)

MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN

Gran Lady.

Describe una aventura en la Triple Frontera. La Vulcan era una moto. Tenía un amigo que manejaba una, yo iba de acompañante. El hotel al que llegamos era de la única categoría que podíamos pagar: barato, y por ende próximo a lugares frecuentados por prostitutas. Te encontrabas con cada personaje…
La gran lady era una mujer seductora que te tiraba la suerte. Usaba buzios, los caracoles filipinos que usan los magos brasileños para adivinar. Ella es un personaje real y al mismo tiempo puede ser la muerte, por eso decide no besarte.
Una sensación similar a la de la cercanía de la Triple Frontera la tuve años después, al finalizar conciertos en Huracán. Como nos quedábamos en el estadio hasta las cuatro de la mañana, esperando que la gente se desconcentrase, al irnos atravesábamos barrios de ese tipo en plena madrugada. Eran épocas jodidas, pero aun así nadie dormía: veías mujeres en reposeras, pendejos jugando al metegol, almacenes vendiendo cerveza… La gente de Buenos Aires vivía muerta de miedo ante la inseguridad, pero ellos no tenían ningún miedo.

Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 16 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).


El análisis del blog ESA VIEJA CULTURA FRITA


FICHA TÉCNICA
Disco: Lobo suelto, cordero atado (Vol. 1)
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 03:30

Durante los meses de Marzo a Julio, en las míticas instalaciones de «Del Cielito Records», se sucedieron infinidad de lances sónicos que fueron culminando con variada suerte…
Una vez más, hipotecando sus almas, un destacado grupo de catchers vistió los tradicionales coloresde Lupus y del Rulo.
Las respectivas divisas fueron defendidas, alternadamente, por los siguientes accidentes biológicos:

Banderillas:
– Sergio Poli= violín – bluezcarda en «Espejismo» y «Un ángel para tu soledad».
– Guillermo «dedo brujo» Piccolini= teclados en «Caña seca y un membrillo» y «Sorpresa de Shangai».

En puros pases de trinchera:
– El trompita Bucciarelli
– Walter «Arcano» Sidotti
– Herodes Dawi
– Herr Professor Beilinson
– Lo Indio Moulinex
– El trompita Bucciarelli

Los lances originales son otro producto descarnado del Indio «Moulinex y Herr Professor».
Surfing channel a cargo del grumete midi Hernán Aramberri.
El control etéreo fue ejercido por el mariscal Breuer y su «stuntmaster» personal Barry Brodsky susurró en «Lavi – Rap».
En el picadero: Las gemelas Poly & Heidi soldaron corazones con sus caricias y el maestro Rocambole y Semiya consiguieron con sus visiones que los paquetes quedaran muy lindos, aunque laserizados por Meroyuela.
Desde el burladero (aquel inolviable aporte): Vlad Gauvry – Adrián Rivarola – Guido «oruga manisera» Nisenson – Diana Maravilla – Murray Broadway – Marta – Claudio Kleiman – Negro Vargas – Piojo Ávalos – Cacho Soldado y El Niño Herrera.
Axioma principal de esta porfía: «Cuando el carro anda, los melones se acomodan».
Producido por Patricio Rey

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