Ropa sucia

LETRA

¿Dónde usás los dientes mi amor?
– clavados en el cuello, por hoy…
(mientras bailamos tangos fatales).

El tango que ocultamos mejor
(del que preferimos no hablar)
es el que nos tiene anarcotizados.

Vivir, sólo cuesta vida.
¡Ahora! ¡ya mismo! puedo ajustar un guión
de ropa sucia.
¡Ropa sucia, fuera! ¡ahora mismo!
¡Ropa sucia, fuera!

Andás dando guerra y temblás
gastándote en relámpagos
(tu estómago gruñe como enjaulado).

¡Ahora mismo! ¡Ropa sucia, fuera!
¡Ahora mismo! ¡Ropa sucia, fuera!

Tu gracia mete miedo, mi amor
dejo de beber tu licor
que huele a tormenta de viejo estilo.

¿Dónde usás los dientes mi amor?
– clavados en el cuello, por hoy…
(mientras bailamos tangos fatales).

Vivir, sólo cuesta vida.
¡Ahora! ¡ya mismo! puedo ajustar un guión
de ropa sucia.
¡Ropa sucia, fuera! ¡ahora mismo!
¡Ropa sucia, fuera!

¡Ropa sucia, fuera! ¡ahora mis


APARECE EN

Bang! Bang!!… estás liquidado (1989)

MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN

Ropa sucia es un tangazo de esos con los que te descolgás de tanto en tanto. Alguien dijo que la frase Vivir sólo cuesta vida remite al tango Traicionera, que dice: Vivir es un sueño que cuesta la vida.

Para mí la frase no tiene nada de tanguera. Es existencialista, más bien. O mejor, beatnik. Remite a esa filosofía de vida, la misma del refrán entre psicodélico y zen del que te hablaba antes. Era una forma de decir: Más abajo no podemos ir, vamos a ver si levantamos un poco el ánimo.
Yo creo que existe una relación entre el clima del lugar donde te tocó nacer y el carácter general de la población. No hay filósofos dominicanos. La filosofía es algo que sólo se le puede ocurrir a un tipo que está obligado a trabajar como loco medio año, amarrocando con vistas al invierno, y que mientras dura el frío pasa meses encerrado a la fuerza, racionando su comida y helándose. Por eso no le queda otra que pensar y jugar al ajedrez. En cambio, en Centroamérica estirás el brazo, agarrás una bananita y te quedás dormido en la playa.

Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 12 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).


José Bellas, para la Rolling Stone: «El single cortado de ¡Bang! ¡Bang!…, o el tema que prefirieron difundir las radios, fue estrenado hacia los hiperinflacionarios tiempos de julio de 1989, cuando los Redondos reventaban el local Satisfaction, en el barrio de Constitución. Un riff arrastrado y dramático, casi wagneriano en su exposición, como anzuelo inicial. Una roca concreta y despiadada, expeditiva en su estribillo, que sonoramente encarnó el decir de Solari en los reportajes previos a la salida del álbum (“Va a tener un sonido sucio, como si fuéramos la banda más trapera del mundo”) y que anticipa el hard-rock sombrío que perfeccionarían más orquestadamente en Luzbelito. “Vivir sólo cuesta vida”, escindido como néctar filosófico, más que un verso es un eterno hashtag zen para las huestes ricoteras.» 
Las 20 mejores canciones de Los Redondos, Revista Rolling Stone Argentina, 4 de agosto de 2017.


El análisis del blog ESA VIEJA CULTURA FRITA


FICHA TÉCNICA
Disco: Bang! Bang!!… estás liquidado
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 04:24

El tipito tiene el enojo del prisionero con el culo domado a bastonazos, y parece condenado a la violencia por falta de placer. Ha alborotado bajo la suela de una bota, frenéticamente, hasta quedar quieto, sin aliento, inerte como una bolsa.
Mientras tanto escuchemos esta nube energética bosquejada y grabada en «El Cielito» entre febrero y marzo de 1989. Gustavo Gauvry, parsimonioso responsable técnico, mezcló junto a Mariano López pedaleando entre robots.
Rick Anna fue invitada a oprimir teclados en ¨La Parabellum del buen psicopata¨. Así también, el bajista de 10.000 dólares Semilla Bucciarelli, transformado en un torbellino por el ritmo-manteca de Walter Sidotti, caballito valiente, triturador de tambores enojados, y con Sergio Dawi en el super saxo ¨Aeroflotito¨. Todo se completa para que Skay Beilinson trace los emocionantes garabatos de guitarra, cortados por el filo del aullido nocturno resorte vocal del Indio Solari.
La música cae del cielo y se transforma en un rock extraviado donde podemos ver a «muñeca» Poly, la hechicera, con su curvador de luz curando los más horrorosos heridos del negocio y a la pirueta inaudita de Rocambole tratando de decorar los envases.
Las balas traen mala suerte. No era así como nosotros te queríamos. Ha sido una noche muy larga. ¡Mejorá esa cara, por favor, danos esa ventaja…!
Publicado por Patricio Rey discos.

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