Somos rompe cabezas

Los Redondos viven más en la leyenda que en la conversa de todos los días. Por eso es bueno sacar al Indio Solari, portavoz y filósofo del grupo, de su habitual discurso y profundizar en detalles del funcionamiento y misterios de la banda.

Autor: Revista Canta Rock #87, septiembre de 1987. Por Pipo Lernoud

Nosotros -dice el Indio buscando las palabras con seriedad- descubrirnos qué cosa son Los Redonditos de Ricota con el paso del tiempo, a través de la respuesta del público y los comentarios de los periodistas. La descripción de los Redonditos de Ricota la hacen ustedes, no nosotros.

¿Y tenemos que creer que son tan espontáneos que en doce años no se han puesto a pensar quienes son y hacia donde van?
¡Es que es la verdad! A partir de cierto momento empieza a haber como una complicidad y es como si fuéramos un rompecabezas, del cual cada uno tiene sólo una parte. Entre todos formamos el dibujo general.

Hay veces que me hacen un reportaje, por ejemplo. Y, al hacer la síntesis de lo que hablamos, el periodista saca las dudas, las contradicciones y deja solo los conceptos. ¡Y parezco un tipo que está diciendo «verdades» sin parar! Yo creo que esos son los peores reportajes, y me siento incómodo cuando los leo, porque un rocker que habla así es un plomo. Y vos, desde tu intimidad, a lo mejor rezongas de esa falsa imagen, pero tenes que tener en cuenta que eso es lo que le llega a la gente, te guste o no.

Pero ustedes mantienen vivo ese misterio que bulle alrededor del grupo desde su comienzo, desde las épocas del payaso, las bailarinas semi-desnudas, en las que cada show era un happening que terminaba en quién sabe qué delirio. Todavía hay un poco ese espíritu de los primeros tiempos, cuando en lo más intenso de un show, ustedes anunciaban que «Patricio Rey toma la forma humana».

¡Yo creo en eso! Nosotros, cuando decidimos tocar, armamos la producción, componemos la música, las letras y todo eso, es para ese instante. Es en ese momento en que yo entiendo lo que estamos haciendo. Siempre, cuando armamos la cosa, me siento parte de ese rompecabezas que sólo toma forma en el momento de la acción, cuando uno se pierde haciendo la música.

Pero insisto en que uno tiene sólo una parte del rompecabezas. hay noches en que nos bajamos del escenario diciendo «Hoy fue un bochorno», y nos encontramos con que la gente salió maravillada, las crónicas hablan de «una noche estupenda». Cuando ese tipo de cosas pasan durante años, terminas aceptando que a lo mejor la gente recibe otras cosas que no son las que vos controlas.

Pero cuando te convertís en un mito, la gente se queda cómoda con ese mito, y recibe lo que espera recibir. Si ustedes van a tocar a Tapalqué, donde no los conoce nadie, son una banda de rock y tienen que sonar bien y apasionar al público, nada más…

Es eso. Tenemos el privilegio de experimentar y exponernos a través de una banda de rock y nos vemos como partícipes de una cultura rock. Y tengo un pedazo de rompecabezas, un pedazo privilegiadísimo que no se lo cambio a nadie, porque me permite estar haciendo lo que quiero, de la manera que quiero, cómodamente, Pero siempre es un pedazo del rompecabezas.

Formar parte de este caleidoscopio, de este rompecabezas, de este verdadero collage móvil que son los Redonditos permite jugar y experimentar todo el tiempo. En el collage ha participado y participa gente muy rica, muy creativa. Algunas han tenido la suerte de ser exitosos después en lo suyo, como las Bay Biscuits con Fabiana Cantilo, Isabel de Sebastián, Viví Tellas. O Enrique Symsn, hoy director de Cerdos & Peces, que ponía sus loquísimos monólogos en nuestros recitales. Todos ellos están en nuestro panteón.

Tal vez, para algún pibe de barrio que tiene una banda de rock su sueño es estar en una tapa,, entrar en el mundo de las limusinas, las minas, la merca, los grandes estudios. Y siente que  eso es más rico y más divertido que su vida real, termina aceptando el personaje que imponen, y ese personaje aparente empieza aceptando casi todo en su vida.

Los Redonditos de Ricota de alguna manera se han mantenido afuera de eso, como todas las dificultades que implica una producción independiente. Pero fijate que ahora están volviendo a mirarse con interés un montón de experiencias que  quedaron truncas en los años sesenta. Y los que han sido más testarudos, más tenaces a través de los años obtienen algún tipo de reconocimiento.

Hablando de la tenacidad a través de los años, ha habido una evolución desde los Redonditos que eran una especie de circo con una banda de rock detrás, hace más de diez años, a la formación casi tradicional de la actualidad. La banda pasó a primer plano.

Poli: Es que el lugar del circo lo ha tomado la gente del público, que hace su propia fiesta. La banda sigue siendo la música de fondo del público. El público grita a más no poder, corea los temas, se divierte. Y no hay peleas, pero cada uno va a hacer su número, va a ser el protagonista del show.

De toda esa barra de La Plata que empezamos haciendo esto, antes que se llamara «Redonditos de Ricota», hubo, como decíamos antes, algunos más testarudos. Los anunciadores,  el ballet de las chicas, los cómicos y payasos… fueron quedando en el camino, tal vez por las dificultades que implica mantener a través de los años una producción independiente. Y también porque el público se empezaba a poner más inquieto en los baches que la banda presentaba en los shows. la gente pedía que esos personajes bajen del escenario para que siga el rock and roll.

Indio: Al principio los roles en el escenario no estaban tan claros Eramos como quince arriba de ese escenario. Pero las cosas evolucionan de acuerdo a los detonantes exteriores, a lo que el público y las necesidades del grupo determinan.

Si hay algo que los Redonditos de Ricota no van a hacer nunca, es ir en contra de su propio placer. Nosotros no tenemos un principio de rendimiento para trabajar, hacemos un principio de placer. Todo lo que nos de placer y alegría, lo hacemos. Y en este momento la alegría es trabajar con esta banda.

Al principio, en la gestación de la banda, la negra Poli no tenia la misión que tiene ahora en la administración y producción. pero llegó el momento en que hizo falta alguien que fuera a hablar con la gente de los teatros, y lo hiciera desde una óptica íntima de la banda. No se podía contratar un productor cualquiera, porque con ellos siempre llega el momento en que están más de acuerdo con la otra gente del negocio que con vos. Porque piensan diferente. La negra es como un rocker que puede cubrir eso. Lo que más nos gusta es que la «producción» esté motivada por los mismo ideales que la banda.

La independencia es seguir creyendo en algo que los rockers creen: las bondades de la diversidad. Al mercado no le conviene que seamos diferentes, que haya diversidad, porque cuantos más tipos diferentes haya más difícil de manejas es la cosa. Pero eso eso es lo bueno, que haya muchos estilos musicales, muchas propuestas estéticas distintas.

Los políticos se quieren acercar al rock por su poder de convocatoria. Pero no comprenden  que la convocatoria el rock la tiene porque apunta más allá que los políticos actuales. Y está claro en este momento que el rock se ha descomprimido de todo eso. Porque los políticos  son evidentemente cortesanos y en este momento están más preocupados  por el engrandecimiento de su rol personal y de las instituciones de las que forman parte. No van más allá. Son gente del ambiente televisivo.

Pero el ambiente televisivo hoy en día está lleno de tecnócratas, políticos, y héroes del rock que han optado por insertarse en el sistema. Porque el rock vivió un período de luto, durante el cual muchos rockers empezaron a descreer de su propia potencia, porque el sistema se presenta como muy duro y fueron jubilándose convenientemente, a cambio de una buena posición en el sistema, o una cuenta bancaria considerable. Pero lo han hecho con un cierto grado de resignación. Porque ya a esta altura nadie cree realmente en este sistema.

Entonces éste ha sido un período de luto. Aquellos que tenían un modelo alternativo optaron por transar y creer que era posible cambiar el sistema desde adentro. Eso fracasó. Que el fin no justifica los medios es algo que ya se sabía desde los albores de la cultura del rock, y a John Lennon lo había comprobado. Pero de todas maneras llega en que la música oficial es el rock, que empezó siendo lo contrario al discurso oficial. Y las grandes corporaciones imponen las modas. De pronto todo el mundo escucha a Phill Collins, o todo el mundo escucha Duran Duran. De pronto no hay más riesgo. Y el rock era esencialmente eso: una permanente dosis de riesgo, de rumbo a lo desconocido.

Pero el sistema se dio cuenta hace mucho de que todo esto era muy peligroso, y puso en juego las tentaciones de la fama y la fortuna. Es así que hoy en día hay pibes formando conjuntos pensando en tener un éxito, ganar dinero y ascender socialmente. Pero  parece ser que el máximo de libertad que podés obtener es una mansión vigilada con perros y cámaras de video, o una isla en algún lugar privado. Y si esa es la gran tentación… a  mi no me basta.

Grabar los discos

El primer disco lo grabamos como pudimos en el estudio de lito Vitale. Oktubre fue en Panda. El tercero también va a ser en Panda. El tercero también va a ser en Panda, pero vamos a gastar menos porque la estética general de este momento nos está pidiendo -por ganas- un sonido más crudo, más en directo, para ver si podemos lograr una placa que esté menos pasteurizada. Nosotros mismos hacemos la producción musical, vivimos haciendo nuestra experiencia pisando en nuestra experiencia anterior. Corremos con los errores de nuestras placas anteriores. Una banda que tiene dos discos en doce años. Son doce años de paciencia. Imaginate: los tipos que entraron después de diez años  en un estudio y hacen un desastre, porque lo desconocen totalmente.

Ahora volvemos a entrar al mismo estudio con todo lo que te presenta el estudio como tentados, los «aural exciters» y todo eso. En Oktubre nos mareamos con eso y terminamos usando horas para sacarle todo lo que le habíamos metido encima y habíamos pagado. Y a pesar de eso, aunque las canciones me siguen gustando, el sonido es lo más pasteurizado que hay de los Redonditos.

Ahora ya hemos pasado por esa experiencia, y el próximo disco va a ser más al natural, sin aditamentos.

Divina TV Fuhrer

Para nosotros una buena noche es una noche en la que la gente la pasó de puta madre, nosotros la pasamos de puta madre, pudimos mostrar la estética que nos coma y encima, al terminar la noche el bajista se llevó su guita, yo me llevé mi guita y no hubo ningún papo.

Nosotros tenemos un lema: «solos y de noche», o sea que no nos metemos en paquetes hechos con otros grupos, , como es el caso de los festivales. Siempre nos ofrecen participar, pero uno es parte de un paquete en el cual terminas compitiendo con un montón de grupos y un publico mezclado que espera cosas distintas, siempre hay problemas de que el público se sienta maltratado por la organización, etc. Este tipo de promoción no está en nuestros planes.

Como tampoco está en nuestros planes la aparición en televisión. Cualquiera que aparece en televisión termina perdiendo, porque el medio se le impone, y no puede uno crear su clima y su propia magia. Queda atrapado dentro del clima de la televisión.

Lo que sí puede suceder es que los Redonditos logren un video que les guste, y como documento, sea pasado alguna vez por televisión. Algo que sea como una crónica directa de lo que pasa en un concierto, Quizás eso sea posible…

Producción independiente

La clave de nuestra producción independiente es el ahorro. De cada recital que producía alguna ganancia separábamos un porcentaje y lo guardábamos. Con ese dinero pudimos  grabar nuestro primer disco, después de seis o siete años de existencia de la banda, Para eso, primero hay que tener un público que te siga.

Se hace entonces un fondo de producción. Si alguien tiene un problema se lo ayuda sacando dinero de ahí. Pero también va quedando para la parte del arte y difusión del próximo disco. Con todo lo que produjeron las ventas del primer álbum Gulp! pagamos la grabación del próximo, que va a empezar en estos días. Se vendieron más de seis mil discos. Gulp fue vendido por nosotros, recorriendo una por una las disquerías. Porque las distribuidoras no nos ofrecían en ese momento un buen trato.

El terreno administrativo es uno de los pocos en que los Redondos son conservadores. Cada cosa que encaramos, sea una grabación o un posible video, ya está pago de antemano, porque hemos reunido la guita. Todas las fiestas ya están pagas.



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