Después de llenar las funciones en Paladium con más gente que muchos «grandes», esta banda de rock and roll volvió a los pequeños pubs y salas de 400 personas. Hicieron shows con un capo de diapositivas (un suizo llamado Félix), están por grabar su segundo disco, participaron en la filmación de una película de Bebe Kamín y siguen haciendo lo que les gusta, con total control y de una forma independiente. Con ustedes, Los Redonditos de Ricota.
Revista Cantarock nro 69. Septiembre de 1986. Por Marcelo Fernandez Bitar

Palermo Viejo. A través de las paredes del comedor retumban los últimos compases del ensayo. Mientras tantos, Poli (manager poli-funcional de Los Redonditos), relata viejas historias de La Plata, detalla qué pasó con el primer disco, u no parece detener el vaivén del fernet, el vino blanco y los sándwiches de miga.
«La tirada inicial sumaba 2000 discos y casettes», especifica, «y se vendieron todos en disquerías de amigos y lugares que aceptaban comprarlo en vez de dejarlo en consignación. Por supuesto que era un laburo agotador andar llevando discos de un lado a otro, pero se hizo. Luego, al ver que iba muy bien, nos llamaron de una distribuidora, pero pedían cláusulas imposibles en un contrato absurdo. Así que no agarramos viaje con ellos, pero sí con unos tipos que nos compraron 4000 discos. Y los vendieron todos», concluye con orgullo. Entonces llegan el Indio Solari y Skay. Le comento al Indio que sobre la mesa había visto una hoja llena de garabatos y números, muchos números. «Lo que pasa, explica, «es que el rock es una manifestación más cara que pintar, dibujar, zapatear o silbar. Y cuando encaras todo desde una producción independiente, tenés que hacer números y pelar el lápiz, porque siempre estás trabajando al límite y con muy poco margen para equivocarse. Si algo sale mal, tenés que arrancar de vuelta porque se te acabó la plata. Pagar toda la grabación de un LP es muy caro, pero si te va bien podes recuperar el dinero. Pasa que si te va mal, no sabés cuándo vendrá el próximo. Un músico puede desbocarse y elegir mal las cosas, por eso siempre tenemos a la Negra (Poly) sacando cuentas. Porque un músico resuelve cosas de músico, y el rock no es una cosa de músicos, aún en lo musical; para ser un buen rocker no es condición fundamental ser un buen músico, sino haber vivido de acuerdo a las creencias de un rocker. De ahí es que la mayoría de los músicos de rock son freaks que se hicieron músicos, porque parece que el proceso inverso es más difícil: si estuviste demasiado tiempo metido en el conservatorio, no estuviste aprendiendo otras cosas vitales. La prueba está en que hay grupos que suenan desajustados y sin embargo son importantes, y hay muchos que suenan ajustadísimos y sin embargo no pasa nada. Y quizás el canal más apropiado para un tipo que ha vivido la cultura urbana es el rock and roll, la música de la ciudad, acá, en Japón o en Venezuela».
O sea que ustedes destinaron lo que ganaron del disco anterior a la grabación de éste, el segundo…
Para seguir funcionando. Es decir que esta placa se hará en mejores condiciones un estudio mejor (Moebio), más horas y todo como para una buena producción. Y eso se debe a la administración de nuestra economía que implica haber juntado dinero de las ganancias de nuestra primera placa. Después, si saldrá mejor o peor, lo veremos luego. Al menos creemos que los temas son buenos y están probados ante la gente que nos sigue. No olvidemos que nosotros no tenemos un productor musical, y entonces los aciertos o errores son todos nuestros. A veces pensamos que en el primer LP hubo partes donde nos equivocamos, pero son cosas que uno tiene que aprender en el estudio. Obviamente queremos creer que todo va a salir bien y sabemos de qué se trata nuestra música, por lo que creo que difícilmente salga un producto diferente a lo que hacemos. Quizás de aquí en más aparezcan esos excedentes de dinero que hacen que uno pueda vivir mejor.
¿Ustedes siguen teniendo un trabajo «aparte» de la música?
No. El último que dejó fui yo, hace tres semanas. Trabajaba como secretario en un Hogar de Niños. Tampoco se trata exclusivamente de dinero, porque hay veces en que tenés necesidades que son satisfechas de distintas maneras. Ojalá todo siga tan bien y podamos dedicarnos a esto y tener una retribución que nos permita vivir. Ya el hecho de tener una meta así te aleja bastante de la fantasía general de que el rock es una posibilidad para muchos jóvenes de pasar al frente en pocos años y tener -no se- un BMW, minas, merca y todo eso. En el caso de una producción independiente, lo que hay que saber es que los productos musicales están por encima de tus intereses. Por ejemplo, en tanto yo tenga que vivir de otra cosa para que Los Redonditos sigan funcionando o hago; y cuando al menos aparece aquel peso donde podes arriesgar y largar tu laburo, lo haces y corres con la tribulación. Para mí sólo significa eso; puedo dedicarme a Los Redonditos más que antes, y llego al ensayo sin 12 horas de trabajo previo y de carga. Además, los horarios de grabación hacían que yo no pudiera concurrir al trabajo; ya me habían dado una licencia de un mes y no podía tomarme otra, así que renuncié. Vivo con austeridad, pero mejor; estoy menos cansado, de buen humor, e incluso mi mujer me encuentra chiflando, cosa que antes no ocurría porque sólo chiflaba cuando me tocaba hacerlo, hacía melodías sólo a la hora de las melodías, letras a la hora de las letras y así con todo Pienso que éste es un momento privilegiado para Los Redonditos; por primera vez todos los redondos viven de Los Redondos, y todo parece indicar que si no cometemos errores de desbocarnos y no se agota lo nuestro, también es posible que el año que viene venga mejor todavía. Ahí volvemos a lo de los números y el hecho que una producción independiente no tiene mucho resto: si algo sale mal, ¡cagamos! ¡Vuelta a trabajar! Pero bueno, somos gente de clase media y de la cultura rock o sea que de hambre no nos van a poder matar porque hay gente que nos quiere.
Ustedes tocan una vez cada fin de semana. Luego de grabar el disco, ¿van a seguir con ese ritmo o cambiará?
En este momento podríamos tocar todos los viernes y sábados en Capital, pero no queremos. Ahora que estamos metidos de lleno y sin otro trabajo, uno de los planes es tocar más, siempre y cuando no haga peligrar nuestra capacidad de realimentarnos musicalmente. Porque puede pasar que entrás a tocar todos los días y no podes hacer ninguna vivencia que cargue tu próximo material. Aprovechando que no tenemos laburos que nos anclan en Buenos Aires, podemos empezar a ir -por ejemplo- Córdoba o Mendoza. No olvidemos que somos un grupo que viene tocando todos los fines de semana, pero sólo en Capital. ¡Eso gracias a la gente! Los que lograron eso, que no puede hacer ningún otro grupo, son «los muppets», los que te ven todos los sábados y te hacen preguntar, ¿yo por quién lo haría? Y creo que ni vería a mis mayores ídolos todos los sábados.
Con respecto al nuevo disco, ¿qué temas piensan grabar? ¡Hay muchos!
La idea es grabar más de lo que vamos a editar. Alquilamos 120 horas de grabación y queremos registrar todo lo posible, para luego hacer una selección de unos 10 temas. Iría un tema viejo, como «Nene nena» y el material nuevo que estrenamos en Paladium, además de un tema nuevo que sería el leit-motif del LP.
FINAL
Lentamente, la cámara se aleja de la escena anterior. El sonido suena lejano, las imágenes se fusionan y los protagonistas siguen charlando. Quedan en el tintero metros y metros de cinta grabada, anécdotas varias, la admiración del Indio hacia Los Vergara, el silencio y mirada cómplice de Skay, y más… pero Patricio Rey decretó esto, el final de la nota.
Marcelo Fernández Bitar

