LETRA
Por una pipa del 9 arrancó
la gran masacre del Puticlub
con «pastillita» en tren gladiador
(puso un huevo y la cosa explotó).
Rock fuerte en el Puticlub
cambió la suerte del Puticlub.
Buena faena de tajo y talón
ruedan los dientes del negro Cañón.
Su mala leche no siente dolor
y arroja entrañas por todo el salón.
Rock fuerte en el Puticlub
cambió la suerte del Puticlub.
Los impacientes del Puticlub
perdían el tiempo y la salud
el Gas Coreano de pronto arribó
llegó del norte y todo acabó.
Rock fuerte en el Puticlub
¡ja-ja!, ¡qué fuerte lo del Puticlub!
Rock fuerte en el Puticlub
¡ja-ja!, ¡qué fuerte lo del Puticlub!
APARECE EN
MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN
El disco arranca con Masacre en el puticlub. La secuencia de acordes del comienzo remite a Wild Honey Pie, del Álbum blanco de los Beatles.
Creo que la armonía es distinta. Funciona como la introducción de un estándar.
Es la primera canción de Los Redondos que funciona como una narración objetiva. ¡Es un cuento perfecto!
Era mi forma de contar que, mientras acá discutíamos pelotudeces y nos agarrábamos a trompadas durante un concierto —la gente andaba con una agresividad a flor de piel, inescapable—, en otros lugares se estaban cociendo asuntos serios. De ahí la mención al gas coreano, al que me imaginaba como un gas mostaza mezclado con pedo de zorro que creaba una nube verdeamarela. Por eso el videoclip presenta un navío zeppelinesco, que inunda el puticlub con una lluvia de copos… Algo parecido a la nieve de Oesterheld en El eternauta, sólo que esto no es nieve sino unas bochas que lo cubren todo. Yo me crie leyendo las historietas de Oesterheld. Los tiempos de Hora Cero marcaron una época de oro para el género: el Tano Pratt había emigrado a la Argentina, Ongaro también, eran un lujo total. Recuerdo el formato apaisado de la revista… La desaparición de Oesterheld durante la dictadura —y la de sus cuatro
hijas, además— fue una tragedia increíble.
Ahí empiezan a aparecer los personajes: Pastillita, el Negro Cañón… Y por ende, aparece también el Indio narrador.
Es la voz que corresponde a un cronista, un espectador.
Exactamente. Porque, aunque se trata de un narrador que cuenta en tercera persona lo que les ocurre a otros, no es distante. Está ahí nomás, viendo de cerca, casi metido en el mismo ajo. Eso queda claro en el verso final: Je je, qué fuerte lo del puticlub. Suena al comentario sardónico de un tipo que lo estaba viendo todo de cerca. Genera intimidad con el hecho y con quien escucha.
Sí, yo estoy ahí. No es la voz del tipo que narra un documental español sobre las cigüeñas, desde la comodidad de un estudio: (Imita el acento español) Y ahora, con nuestra cámara viajera, estamos en las soleadas playas de Miami Beach… Allí están las bañistas con sus trajes multicolores, que hacen la alegría del viajero. ¡Anda, niña, date un chapuzón! Y ahora nos vamos a la península de la Florida. ¡Oh, qué veo! ¡Es un tucán, majestuosa ave del Paraíso!
Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 11 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).
Oscar Jalil, para la Rolling Stone: “El adios al under de los Redondos merecía una marcha lenta para despedir tantas noches en piringundines. La apertura de Un baión… parece un tema que no entró en Gulp! y al mismo tiempo es un enlace perfecto hacia el repertorio de la etapa masiva. Una cita explícita a “Wild Honey Pie” de Los Beatles marca el tiempo y el espesor de un réquiem intoxicado. Aquí aparecen viejos compañeros de pastillas y demencias; el Indio recopila las andanzas por tugurios clandestinos y eleva a grado de grotesco las escenas de pugilato. La canción también es la primera muestra de un cambio de sonido e integración: Skay como único guitarrista administra con paciencia barroca cada espacio y el recién ingresado Sergio Dawi revela ataques musculosos con su saxo balcánico. Es todo tan cinematográfico que hasta inspiró el único video del grupo: con imágenes de Rocambole, Guillermo Beilinson y Quique Peñas logran una animación elemental pero efectiva para este hit freak”.
Las 20 mejores canciones de Los Redondos, Revista Rolling Stone Argentina, 4 de agosto de 2017.
Luego la charla los condujo hacia el papel que las potencias hegemónicas cumplen en el adoctrinamiento social y cultural de las naciones subordinadas. Y ejemplificó con la situación que hace muchos años describió en la letra de la canción Masacre en el puticlub. «En el Puticlub están los tipos peleándose en el bar, pelotudeando, y de pronto aparece el «gas coreano» que no depende de vos, sino que depende del primer mundo, como el colisionador de hadrones que está en Ginebra. En ese momento (cuando se desarrolla la historia de Masacre en el puticlub) era la guerra de Vietnam, la Negritud, que no eran cosas de acá, pero que de alguna manera estaban ocurriendo en la cabeza del Imperio. Eso en algún momento iba a venir a parar acá de alguna manera. Y eso es lo que ocurre permanentemente. Desde las pavadas, que tenemos un barrio que se llama «Palermo Soho», o «Palermo Hollywood»… venimos copiando… quizá porque seguimos siendo colonia. Por más que no lo queramos reconocer, si está el Fondo Monetario gobernando el país no me queda más remedio que pensar que no tenemos decisión propia. La lectura de la última relación económica con el Fondo ya no dice «aconsejamos», sino que dicen «tienen que hacer esto»… eso siempre ha pasado. En un momento culturalmente fue Francia, después aparecieron los anglos, que todavía no se han ido, y aparece la transculturación… el género rocanrol no es nuestro. Hacemos como unos boleros rápidos imitando eso, pero es transcultural.»
Entrevista al Indio Solari en la Feria del Libro: presentación de sus memorias, Redondos Subtitulados, viernes 17 de mayo de 2019
¿Quién era el «Negro Cañon»?
En el libro «Fuimos Reyes» de Mariano Manzo y Pablo Perantuono, afirman que «Solari se inspiro en una pelea del Bar de 5 y 59 en la ciudad de la Plata, el personaje es Santiago Ferron (el negro ferron) que luego comenzaron a llamarlo el Negro Cañón amigo de la banda, maestro de escuela, jugador de rugby y ex preso donde el Indio le llevaba cigarrillos a caseros, de vez en cuando se cruza con Skay y Poli por Palermo».
De hecho, durante el show de Patricio Rey en Cemento el 23 de mayo de 1987, el Indio cambió la letra de la canción. En vez de mencionar al «Negro Cañon» cantó «ruedan los dientes del negro Ferrón».
Otras personas de La Plata afirman que El Negro Cañon era José Cañon Moreno, fallecido en un accidente en moto.
El análisis del blog ESA VIEJA CULTURA FRITA
En 1988 Los Redondos editan un videoclip oficial, realizado para la difusión del disco «Un baion para el ojo idiota». Se animaron imágenes de Quique Peñas.
Dirección: Guillermo Beilinson / Quique Peñas / Rocambole
Dijo Rocambole sobre el video: «… ¡Quique Peña! Un dibujante impresionante. Los primeros videoclips de Los Redondos no los dibujé yo. Trabajé en eso fondeando, pero el dibujante de esos caracteres, por ejemplo de ‘Masacre en el Puticlub’ fue Quique. Estaba Guillermo Beilinson, el hermano de Skay, que era una especie de gurú. Otro gurú»
Masacre dio pie al primer videoclip, obra del Negro Beilinson y de Quique Peñas.
Qué inocencia la de ese video, ¿no?
¿Cómo surgió la idea de hacerlo?
Siempre fue un cope nuestro, eso de hacer participar a los más amigos. El Negro había vuelto de Venezuela y se sentía un poco desamparado. ¡Ya estábamos todos metidos en la banda, a full!
Entonces dijimos de hacer el video de ese tema. Lo armó el Negro como una animación, usando los dibujos de Quique Peñas, que venía de la troupe platense que se afeitaba en el escenario para distraer a la gente.
En el puticlub aparece un personaje que es como vos: barba de días, camisa con corbata finita, que está haciendo un corte de manga cuando un televisor le aplasta la cabeza.
Ahí aparecemos todos los históricos. También está Skay, un flaco con una nariz grande. Y el Mufercho, un rubio que fuma. Iche apareció más tarde en otro video, que también era un paneo —era lo único que podíamos hacer—: el Blues de la artillería.
Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 11 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).
FICHA TÉCNICA
Disco: Un baión para el ojo idiota
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 04:48
Todos los temas compuestos por Beilinson/Solari, excepto «Ella Debe Estar tan Linda» en el que se agrega la autoría de Bucciarelli. Grabado en Estudios Panda en 1987.
Técnico: Roberto Fernández
Músicos:
Batería: Walter Sidotti
Bajo: Semilla Bucciarelli
Guitarras: Skay
Voz: Indio
Invitados:
Saxofón: Gonzo
Piano: Lito Vitale
Nueve Milímetros: Poli
Idea Gráfica: Marilu Cohen
Realización: Rocambole
Producido por Patricio Rey