Perdiendo el tiempo

LETRA

Va a amanecer y desde el muelle
veo el ferry en que te vas.
El amor empezó a quedarte chico
y el silencio lo enredó.

¡Ángeles! yo ya puedo partir…
me ata un fuego y mi sueño duerme aquí.

Ella sí que era el fuego,
ella sí que bailaba en las llamas.

Por primera vez tengo miedo
de no hacer bien mi papel.
Sé que voy a perder un poco de tiempo
y tirar con lo que hay.

¡Ángeles! yo ya no puedo partir,
me ata un fuego y mi sueño duerme aquí.

Ella sí que era el fuego,
ella sí que bailaba en las llamas.

Apagó sus ojos tristes y luego embarcó…
Recuerdos que mienten un poco
(siempre fue así).
Nuestro miedo helará este infierno, creo.
Sopla un viento frío en la ciudad.
Va a amanecer y desde el muelle
veo el ferry en que te vas.
El amor empezó a quedarte chico
y el silencio lo enredó.

¡Ángeles! yo ya puedo partir…
me ata un fuego y mi sueño duerme aquí.

Ella sí que era el fuego,
ella sí que bailaba en las llamas.

Ella sí que era el fuego,
ella sí que bailaba en las llamas.

Queda mi suerte aquí…


APARECE EN

Lobo suelto, cordero atado (Vol. 2)

MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN

Perdiendo el tiempo.

Ángeles era una minita que había conocido hace siglos. Bailaba como los dioses.  Un día decidió irse a Uruguay a hacer una actividad humanitaria.
Cuando el enamorado sos vos, hacés el pavote. Porque en una pareja, las dos personas no están nunca enamoradas de la misma forma. De la única manera en que funciona es que el otro esté tan enamorado como vos, cosa que pasa pocas veces. Y además los sentimientos cambian, el tiempo los modifica inevitablemente.
Por eso dice: Por primera vez tengo miedo / de no hacer bien mi papel.
Siempre es mejor un romance tortuoso que pegarte a una gorda que te bardea porque no cerraste la heladera. Por esa misma razón, cuando la loca anda yirando por el mundo, elegís no alcanzarla nunca.

Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del capítulo 16 del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).


Perdiendo el tiempo parece ser la historia de una pareja que decide romper el vínculo. Esta escrito en primera persona, como si fuera el propio Indio quien cuenta la historia. Sobre el final, luego de relatar cómo fue el adiós, se pone melancólico y evoca a esta ex pareja. Dice «ella sí que era el fuego,
ella sí que bailaba en las llamas. Apagó sus ojos tristes y luego embarcó». Pero acto seguido, quizás de forma irónica, o tal vez en un acto de sinceridad reconoce: «Recuerdos que mienten un poco (siempre fue así)».

Esta última frase es la que nos encantó, porque es más profunda de lo que parece. Los neurocientíficos dicen que muchos de nuestros recuerdos cotidianos están falsamente reconstruidos porque nuestra visión del mundo cambia constantemente. En otras palabras, muchos de los recuerdos que tenemos los modificamos todo el tiempo, los alteramos. Y es inevitable que eso ocurra. Algún estudioso del tema nos podrá ampliar el concepto, pero al cantar Solari «recuerdos que mienten un poco (siempre fue así)», casi con seguridad se refiere a esta carwcterística de la mente humana. Quizás esta ex pareja de la persona relatada en la canción no haya sido «un fuego», o quizas sus ojos no hayan estado tan «tristes» como lo recuerda. Pero que remedio! los recuerdos siempre se construyen asi…

Fuentes: Redondos Subtitulados, noviembre de 2013


El análisis del blog ESA VIEJA CULTURA FRITA


En el año 1992 Los Redondos seguían presentando “La Mosca y la Sopa”, pero incluían en sus show canciones de discos anteriores y temas nunca grabados, como éste. “Perdiendo el tiempo” se escuchó por primera vez en 1990, y desde entonces lo cantaron varias veces hasta su inclusión en “Lobo suelto – Cordero atado”, de 1993.
En este video se puede escuchar la letra original de la canción. El Indio no estaba improvisando cuando cantaba «Ella sí que era el fuego, acabó con mi piel / ella sí que bailaba en las llamas, mordedura en la piel / Ella sí que era el fuego, arrasó con mi piel».

En todos los registros anteriores a 1993 la letra era idéntica. Posteriormente, al grabar el tema para el disco, haciendo uso de un increíble poder de síntesis eliminó algunas palabras redundantes y terminó de delinear el tema, tal como lo conocemos.
La melodía también sufrió algunos cambios al pasar del vivo al disco. Hasta entonces predominaba el pulso rockero, pero al grabarla la adaptaron al sonido general de Lobo suelto, y el bajo ganó protagonismo. Fuente


Letra original manuscrita por Indio Solari

Durante la exposición que brindó en el año 2015 en la Biblioteca Nacional, Indio Solari por primera vez mostró algunos de los manuscritos originales de sus letras. Son tesoros invaluables que nos permiten descubrir el proceso creativo, y algunas de las modificaciones que les realizó a las canciones.

Como podrán ver la letra difiere un poco de la que finalmente ingresó en el disco. En el manuscrito se lee «Ángeles, yo ya no me puedo ir», pero en el disco finalmente cantó «Ángeles, yo ya no puedo partir»:

FICHA TÉCNICA
Disco: Lobo suelto, cordero atado (Vol. 2)
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Duración: 03:52

Durante los meses de Marzo a Julio, en las míticas instalaciones de «Del Cielito Records», se sucedieron infinidad de lances sónicos que fueron culminando con variada suerte…
Una vez más, hipotecando sus almas, un destacado grupo de catchers vistió los tradicionales coloresde Lupus y del Rulo.
Las respectivas divisas fueron defendidas, alternadamente, por los siguientes accidentes biológicos:

Banderillas:
– Sergio Poli= violín – bluezcarda en «Espejismo» y «Un ángel para tu soledad».
– Guillermo «dedo brujo» Piccolini= teclados en «Caña seca y un membrillo» y «Sorpresa de Shangai».

En puros pases de trinchera:
– El trompita Bucciarelli
– Walter «Arcano» Sidotti
– Herodes Dawi
– Herr Professor Beilinson
– Lo Indio Moulinex
– El trompita Bucciarelli

Los lances originales son otro producto descarnado del Indio «Moulinex y Herr Professor».
Surfing channel a cargo del grumete midi Hernán Aramberri.
El control etéreo fue ejercido por el mariscal Breuer y su «stuntmaster» personal Barry Brodsky susurró en «Lavi – Rap».
En el picadero: Las gemelas Poly & Heidi soldaron corazones con sus caricias y el maestro Rocambole y Semiya consiguieron con sus visiones que los paquetes quedaran muy lindos, aunque laserizados por Meroyuela.
Desde el burladero (aquel inolviable aporte): Vlad Gauvry – Adrián Rivarola – Guido «oruga manisera» Nisenson – Diana Maravilla – Murray Broadway – Marta – Claudio Kleiman – Negro Vargas – Piojo Ávalos – Cacho Soldado y El Niño Herrera.
Axioma principal de esta porfía: «Cuando el carro anda, los melones se acomodan».
Producido por Patricio Rey

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