Bengalas, trapos y replanteos

Y los Redondos llenaron River. Parecía imposible, parece mentira. El grupo de rock más popular y con mayor convocatoria de la historia del rock en Argentina finalmente pudo volver a tocar en Capital, y lo hizo en el estadio de fútbol más grande del país.

El Foco, 16 de abril de 2000

Y los Redondos llenaron River. Parecía imposible, parece mentira. El grupo de rock más popular y con mayor convocatoria de la historia del rock en Argentina finalmente pudo volver a tocar en Capital, y lo hizo en el estadio de fútbol más grande del país.

Llegar a River fue una suerte de coronación a un trabajo de hormiga, sin pausa y sin canjear convicciones por baratijas. Fue un hito en la trayectoria del grupo, tal como alguna vez fue llenar una serie de Parakulturales, tocar en Palladium, llegar a Obras (adentro y afuera), reventar Huracán, recorrer el país como los Grateful Dead, o acariciar la Capital desde Racing. Parece una simple enumeración de grandes recitales, pero en realidad cada uno fue un escalón más alto que el anterior, a veces con transiciones simples y otras veces con saltos donde era necesario cerrar los ojos y tirarse a la pileta preguntándose «¿Y ahora, hasta dónde?».

Hasta el límite. Los Redonditos de Ricota llevaron hasta el límite al rock, el verdadero rock, el que todavía irrita y desconcierta, el que no se puede disectar porque su magia es tan inasible como el alma misma. El rock al límite, casi un concepto anácronico o romántico del pasado, pero real y tangible en cada uno de sus encuentros en vivo, cada vez más grandes, más emotivos y más incontrolables.

Esta nueva apuesta encerraba la vieja duda sobre la posibilidad de incidentes y la responsabilidad del grupo. Obviamente no tienen ingerencia alguna, pero la responsabilidad y sensibilidad del propio Indio Solari parecían llevar el evento en una suerte de examen sobre la manera de tocar en vivo sin tener el peso de los disturbios en su conciencia.

A juzgar por la primera noche, donde la convocatoria superó ampliamente las 60 mil personas esperadas (hablar de 80-85 mil suena más acertado), los replanteos deben ser incesantes en el mundo interno del grupo. Porque el marco fue espectacular y la gente llegó dispuesta a disfrutar de una verdadera fiesta, pero la ¿inevitable? presencia de un par de incidentes (dos heridos y once detenidos, según los diarios) obligó a interrumpir el show, seguir con las luces prendidas y esperar más de veinte minutos para los bises. Si fue una fiesta para todos, los músicos no deben haber podido disfrutarla, y esa es una paradoja imposible de pasar por alto.

Bengalas y trapos
Desde temprano, el estadio se fue llenando de fans que terminaron llenando absolutamente toda la cancha, desde el campo hasta la última de las populares. Alrededor de todos, las banderas de cada hinchada cubrieron todas las bandejas y torres de sonido, en una nueva muestra del cariño infinito y el fanatismo único que los Redondos generan alrededor de sus contados shows en vivo.

El escenario, ubicado sobre uno de los arcos, era realmente imponente, con tres gigantescas grúas que sostenían columnas de sonido a la altura ideal y sin depender de una enorme y torpe estructura tubular que tapa los costados. Dos pantallas gigantes iban a proyectar imágenes del show, filmadas por varias cámaras y una grúa para travellings, y también podían mostrar animaciones y pequeños cortos hechos por Rocambole & Cía.

A las 20:15, con la cancha llena y aún con gente haciendo la cola afuera, casi con una puntualidad perfecta (estaba anunciado para las ocho), se apagaron las luces y estallaron las primeras bengalas, tanto las del público como las de una animación que estaba en las pantallas con los efectos de la introducción de . El épico tema El pibe de los astilleros, con espectaculares coros del público, fue el primero de una lista que se centró en las composiciones de la última década (unos cinco temas de …Finisterre, dos de Luzbelito, tres de Lobo suelto, cordero atado y cinco de La mosca y la sopa).

Sobre el escenario, el grupo se movía con su dinámica tan personal: Skay agachándose y destilando sentimiento puro, el Indio moviéndose como un trompo, Sergio elevando su saxo hasta los cielos, y Semilla mirando la batería de Walter mientras se sumaba un invitado (¿Hernán Aramberri?) en percusión. Casi como en los teatros y los pubs… pero en el estadio más grande del país y con el público más incondicional y multitudinario que jamás haya movilizado una banda de rock. En Buenas noticias, por ejemplo, se vio por primera vez en la noche la increíble imagen de un chico subido a caballito de un amigo, atravesando casi media cancha con una bengala en la mano, hasta llegar al borde del escenario. Indescriptible.

La euforia tuvo unos minutos de calma durante Scaramanzia, que sobre el final fue aplaudido con una ovación, y enseguida llegó el más reciente hit, Las increíbles aventuras del Capitán Buscapina en Cybersiberia, donde los mentados toques tecno parecían mutar en una suerte de pegadiza murga percusiva. En las pantallas, la animación del arte de …Finisterre se intercalaba con las imágenes del grupo, que eran diferentes en cada pantalla. Después, con luz azul y los seguidores sobre Skay, Estás frito, Angelito tuvo una buena dosis de dibujos ácidos y fractales, siempre breve para no distraer la atención de la música ni los músicos. La primera parte del recital, antes del clásico intervalo a menos de una hora, cerró con Tarea fina y Queso ruso. Luces prendidas y a esperar que continúe la fiesta.

Interruptus
Quince minutos después, se apagaron las luces y se prendieron cientos de encendedores mientras la gente clamaba por la banda con un «Olé olé». El arranque fue espectacular, con temas como Mi perro dinamita, Ñam fri fruli fali fru y Preso en mi ciudad que fueron ovacionados y bailados con fanatismo. Al quinto tema (El árbol del gran bonete, que encima menciona un cuchillo de herrero y la premonitoria frase del fruto dulce que era caro morder) llegó el anticlimax: hubo una serie de corridas en el campo y parecía divisarse un desmayado o herido. La gente clamó por luz y el grupo paró el show durante casi quince minutos.

Indignado, y con razón suficiente para estarlo, el Indio Solari volvió con toda la banda al escenario, pidió que los escuchen y dijo que había ocurrido algo muy grave, que habían entrado «un par de hijos de puta, no sé si mandados por alguien o qué» y que había varios chicos lastimados. «Así que consideren ésta como una de las últimas noches que tocamos». También apuntó a la prensa que armó tanta presión y expectativas amarillas durante la semana previa al show, y anunció que por orden de un juez debían seguir con las luces prendidas. De hecho, subrayó que sólo seguían tocando por respeto a los fans que llegaron desde tan lejos.

No casualmente, abrieron este tramo con Pogo (El pogo del payaso asesino) y siguieron con Nuestro amo juega al esclavo, donde la heroica guitarra de Skay sonaba como gaitas que enmarcaban la frase «Violencia es mentir», que en esta situación cobró una nueva y emocionante dimensión. El Indio obviamente sintió lo mismo, y dedicó el tema «A algunos redonditos que están en la platea más alta», mientras miraba al cielo.

La emoción subió a un punto máximo con Juguetes perdidos, esa suerte de himno dedicado a las banderas de las hinchadas, con frases como «Yo sé que no puedo darte algo más que un par de promesas, ticks de la revolución, implacable rocanrol y un par de sienes ardientes que son todo el tesoro». Todo el estadio aullaba la letra mientras agitaba sus remeras, una polaroid imborrable que el Indio no pudo resistir y aparentemente no soportó más: escupió los últimos versos y se fue del escenario. La banda se retiró lentamente, Skay agradeció con un gesto y quedó abierto un compás de espera y desconcierto que duró casi veinte minutos.

Final abierto
El regreso, a pesar de las dudas y alguna gente que optó por irse, fue espectacular: Nueva Roma, Ya nadie va a escuchar tu remera, Motorpsico y Ji ji ji, un montaje final que coronó una noche agridulce. Ahora, aunque aún falta el recital del domingo, quedan abiertos los replanteos y las preguntas. ¿Seguirán adelante? ¿Llegará la etapa de estudios, como últimos años de los Beatles? ¿Grabarán otro disco y lo presentarán en cinco River? No van a faltar ahora los buitres en la tele, pero si el Indio pudiera recordar sin rencor los puntos más positivos, tal vez los Redondos puedan volver a los escenarios y alegrarle la vida a un público que no mueve el rabo con docilidad ni da la patita, pero aúlla rock and roll.


Nuevos incidentes en el recital de Los Redondos

Buenos Aires, 16 de abril. Al menos 35 jóvenes resultaron heridos -tres de ellos con balas de gomay uno apuñalado- y 25 fueron detenidos hoy en los incidentes que se produjeron en la calle, antes de que comience el segundo recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio de River. Según fuentes policiales, la mayor parte de los desordenes se produjo en la esquina de Figueroa Alcorta y Monroe, cuando unos 300 fans intentaron pasar un vallado sin tener entradas. En medio de una desesperada lucha para entrar al estadio, muchos jóvenes sufrieron traumatismo y cortes.

La policía reprimió: utilizó caballos, camiones hidrantes y disparó con balas de goma para dispersar a los seguidores de la banda. Por los incidentes, 29 jóvenes fueron trasladados por el SAME a los hospitales Férnandez, Pirovano y Rivadavia. Tres de ellos recibieron balas de goma disparadas por la policía y otro tenía una herida de de arma blanca en la espalda. Dos policías que fueron apedreados tuvieron que ser atendidos en las ambulancias que había en el lugar. En la esquina de Monroe y Húsares también hubo incidentes. Un grupo de fans que no habían podido entrar porque no tenían entrada destrozó un auto y una garita de vigilancia privada del barrio. La policía volvió a usar balas de goma y gases lacrimógenos. Como resultado del operativo, 25 personas fueron detenidas.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s