La permanencia en la cima de la popularidad de algunos grupos y solistas es un hecho que en Argentina se viene repitiendo desde hace varios años, tal como ocurre con Seda Stereo, Charly García y Los Redonditos de Ricota. Aunque cada tanto asoman artistas nuevos, el mayor poder de convocatoria sigue estando en manos de… los mismos de siempre, que incluso aumentan su caudal de público año a año, sumando nuevas generaciones a sus filas. Todo un fenómeno.
Revista Pelo nro 409. Diciembre de 1991

A la hora de buscar quiénes son los números nacionales de mayor popularidad, poder de convocatoria y presencia en los medios, ya casi resulta reiterativo dar los tres nombres de siempre. Los Clásicos. Los que año a año siguen teniendo los discos que se esperan con mayores expectativas. Los que constituyen un fenómeno pocas veces ocurrido en nuestro país y que tampoco es usual en otros países del mun-do: la permanencia en la cima.
En el caso de Soda Stéreo, comenzaron este año con una gira por México, Venezuela y Estados Unidos, Venezuela y Estados Unidos, pero el primer golpe fue el ciclo de show en el teatro Gran Rex, a seis años de su última actuación en calle Corrientes. Asi, al mejor estilo Clapton, dejaron de lado los estadios y se quedaron a vivir en un teatro, con un total de 14 funciones y casi 45 mil personas. Semejante acontecimiento con una puesta espectacular no podía quedarse en el olvido, y sobre el final del año editaron un maxi que no podia titularse de otra manera que «Rex-mix», conversiones en vivo de dos temas conocidos y un inédito (con remezcla incluida). Explosión de ventas y la demostración de su vigencia a nivel masivo. Ahora, para coronar el año con todo, fueron elegidos por la Municipalidad para la noche rockera del ciclo «Mi Buenos Aires Querido», , tocando al aire litocando al aire libre, gratis, y en otro recital multitudinario.
Charly Garcia, por su parte, generó una de las persecusiones periodísticas más increibles del año, todo a partir del segundo semestre y cada vez con mayor espectacularidad.
Si bien hizo un disco de rap y monólogos incisivos con Enrique Pintiy Pedro Aznar, primero se ganó grandes titulares con el anunció de la reunión de Seru Girán por cifras millonarias en dólares. Ahí en una de las pocas entrevistas realizadas por ese tema, confesó que tenía a la DGI pisándole los talones y no dudó en hablar mal de los manejos económicos de anteriores managers y productores. Semejantes planes de grabaciones con temas nuevos, reediciones en compact y giras en estadios de fútbol hicieron que su psiquis declarara no va más y terminó internado en una clínica. Más titulares, con el agregado de los camiones de televisión filmándolo desde el edificio ubicado en frente a la clínica, y el obvio cierre del asunto con un reportaje anunciado en la tapa del día domingo en el diario de mayor tirada del país. Musicalmente, el año terminó con la edición de «Tango 4» (con Aznar) y el anuncio de un mega concierto en el estadio de Ferro, con su banda de los últimos años, ironicamente rebautizada «Los Enfermeros».
El tercer clásico, y que ya no sabe qué hacer con su poder de convocatoria, es Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, quienes también tuvieron su dosis de titulares con la muerte del fan Walter Bulacio tras un recital en Obras. La decisión del grupo (más que inteligente, por cierto), fue no dejarse fagocitar por los medios ni por los políticos que amorían utilizarlos para un provecho personal. El grupo optó por seguir grabando su nuevo disco, y recién volvieron a la carga en noviembre, en un nuevo espacio para recitales. Pero el Autopista Center también les quedó chico, a pesar de las tres funciones en un lugar con capacidad para ocho mil personas. Ahora es probable que cierren la temporada con el tradicional show del Día de los Inocentes, y en verano tendrán su habitual descanso. Pero en 1992 deberán resolver la pregunta de rigor: ¿adónde tocar en vivo?


