En julio de 1980 el periodista Tom Lupo entrevistó al Indio Solari. En esta charla Solari expone su pensamiento y nos regala algunas definiciones con su sello.
Reportaje de Tom Lupo para Planeta Urbano. Julio de 1980

Clima previo al reportaje. Están los Redonditos de Ricota en mi departamento, y yo que debí estar algo nervioso, me puse a contar pavadas «mi primer amor allá en el Chaco fue mi maestra de 1er grado que se llamaba Lemas y loco vos podés creer que la mina se casa con un tal Lemos, así que ella firmaba Alicia Lemas de Lemos y años después me dediqué, qué casualidad a la publicidad, cuando todavía a los slogan se los llamaba Lemas y …»
Nosotros usamos lemas cada tanto -me interrumpió por suerte el Indio- y uno nuevo que tenemos dice: Perder el temor a las palabras… Y es que le perdimos el temor a las palabras. Y a un montón de otras cosas. Porque creemos que el misterio empieza con la explicación, no es que termina. La mayoría siente miedo porque cree que es capaz de develar secretos y misterios hablando. Yo creo que no, que a medida que los explicamos el misterio se agranda.
Me toca subrayar que en una época en que hay una gran presión para definirse en términos políticos, ustedes se hagan un espacio para hablar del misterio…
No tenemos una ideología política. Nada más lejos, para Los Redonditos, que una ideología política.
Ya que los mencionó, señor Solari, podría usted definir a Los Redonditos?
Los Redonditos, de alguna manera, agrupan a un conjunto de rockers. Gente que es producto de la Cultura Rock… De una cultura que tenía ciertos logros, pero cuya máxima ambición fue la de una Nueva Cultura. No una raspadita en el esmalte de la democracia. No un cambio de modelos. O un cambio de personajes en el escenario del poder. Después de todo, la Cultura Rock fue mucho más ambiciosa que las tradicionales ideologías políticas. Todavía no se pueden materializar ese sentimiento, porque es una cultura que está en ciernes.
Hay una nostalgia de la época en que ese deseo empezó a manifestarse. Como una pista de que algo importante sucedió por ahí….
Se vuelven los ojos a los ’60 porque fue el momento en que estuvo más claro el enunciado de esa cultura. Lo que pediría alguien que vivió los ’60, es que esa mirada no sea de revival, de retro. Quizás fue el momento en que se tuvo más claro el enunciado de esa Cultura Rock. Todo eso entró en una congeladora y quizá la nostalgia viene de que sigue siendo lo más moderno y lo más ambicioso que proyectaron socialmente los jóvenes, como ruptura con la vieja cultura.
Dijiste que alguien que vivió los ’60 pediría que esa mirada no sea tipo retro y nada más, cuál sería el error o que podría perderse en ese camino?
Que por comodidad o algo así, se desvirtúe algo que está pasando ahora, que empieza a haber un rock de guitarras en todo el mundo y se socializa más el enunciado de la poesía. Que no sea sólo moda, porque va a ser entonces igual de inútil que el pos-modernismo o cualquier moda futurista.
Aunque por supuesto no es ninguna solución volver los ojos a lo que pasó como único camino, qué rescatarías de los ’60 como universal y posible de ser usado ahora? Si hay algo para rescatar…
Seguro. Hubieron cosas muy ricas, y sobre todo conmovedoras y movilizantes que servirían para poder dar un nuevo salto. Esa sensación de que algo estaba vivo, por favor, vivamos, vivamos! Pero, por ejemplo, a mí me gusta escuchar Led Zeppelin, pero ya no en mi cassettera, sino en el equipo de mi sobrino. Un modo de neutralizar la mirada retro de los ’60 es experimentar las cosas que corresponden al hoy y esto hay que lograrlo para seguir estando vivos.
Describiste un ambicioso movimiento en pos de una nueva cultura, y luego dijiste que eso quedó en estado de congelamiento. Pensaste en algunos factores que permitieron ese estancamiento?
Éramos muy jóvenes para darnos cuenta de la firmeza que tienen las culturas tradicionales. Se trata de un núcleo muy experimentado. Un núcleo al que le podés sacar 1.000 capas como a una cebolla y el núcleo tranquilamente puede seguir transfiriéndose a la nueva cultura y seguir infectándola y destrozar la vida, el heroísmo y la inocencia de los más jóvenes.
Recordé por lo que dijiste, dos cosas: una, a un filósofo que dice que si no se cambia el estilo de transmisión, el contenido anterior vuelve a colarse, y la segunda, esa eterna batalla entre racionales y apasionados, que por supuesto estos últimos siempre pierden.
Exacto. Y otro factor, volviendo a tu pregunta sobre qué factores actuaron en contra, es que lo interesante de muchas experiencias, era que su riqueza estaba sustentada en la diversidad. Y luego, quizás porque la gente crece, se pensó que habría que darle un orden a esa diversidad. Al respecto tenemos otro lema, y es uno de los más atrevidos en enunciar: El orden es el placer de la razón, pero el desorden es la delicia de la imaginación.
Esa creencia que tuvimos, eso de pensar que había que ordenar tantas experiencias, tan diversas en todo sentido, lo místico, lo religioso, lo aprendido en la calle, las pulsiones emotivas, políticas, la nueva izquierda, mayo del ’68, las Panteras Negras…
Mafalda…. (primera risa)
Todo…todo lo que buscó esa generación y fue a buscarlo también al tacho de basura de la vieja cultura, todo eso, se pensó que había que institucionalizarlo.
Ahora, sabiendo ya que no es una palabra que cultiven especialmente, qué chance tuvo esto en lo ideológico?
La única posibilidad de crecimiento era transformar todo eso en un movimiento de protesta. Pero como todo movimiento de protesta puntual, depende de la magnitud de su crecimiento y en medio de ese proceso se aceptó sin revisar, un elemento clave de la vieja cultura: los medios de comunicación masiva.
Y no está de más recordar que a esos medios les interesa lo que crece dramáticamente o se desmorona del mismo modo. No les interesa las características, ninguna peculiaridad, ninguna ilusión ni pretensión. Salvo que tengas mucho dinero para tener tus propios espacios…
Sabemos que con los únicos que no pudieron esos medios fue con ustedes (segunda risa).
En el momento en que se llegó a una encrucijada con respecto al crecimiento, los jóvenes habían producido cosas muy graves para la cultura vigente.
Para que no haya acusaciones de ingenuidad, suponemos que no te referís a las pintadas, sino por el contrario al ataque al consumo.
Sí, pero para mí lo más importante fue el descreimiento básico hacia los premios de la cultura, eso es una infracción importante para un sistema. Por primera vez en la historia, la característica central de una cultura fue la juventud.
Me quedé pensando en eso «por primera vez en la historia» y la verdad es que no aparecen en la memoria otros antecedentes.
Es que ni los jóvenes atenienses, ni los jóvenes egipcios, ni los jóvenes franceses de la Bastilla, ni ningún otro grupo de jóvenes había provocado semejante conmoción. Y sucedió en todo el imperio. En todos los lugares en donde había una clase media en ascenso a los medios del sistema. Y en otros acontecimientos posteriores, también fueron jóvenes los protagonistas de otras conmociones sociales. Fijate la edad que tenían los que murieron aquí, por ejemplo.
Creo que algunas figuras importantes de esa Cultura Rock no colaboraron mucho en la persistencia de la conmoción.
Ah sí… El único error no fue ser pasto de los tiburones de la vieja cultura, sino que además los que significaban algo para la Cultura Rock o tenían cierto poder, o pensaron que era mejor jubilarse en un año de buenos premios para su individualidad.
Llamó Lucho Avilés y quiere que des algunos nombres.
Estoy hablando de pecados no de pecadores, no es que alguien tenga toda la culpa, todos tenemos pecados, todos somos culpables…
E inocentes…
Y también inocentes, claro. Estamos hablando de los errores cometidos con respecto a algo que fue fuerte y no pudo ser sostenido. Por supuesto el mercado también influyó porque determino qué es rock y ante la abundancia de diversidades, sintetizó. De ese modo cuando sintetiza y clasifica, puede capitalizar y hacer buenos negocios. Además se tentó a los grandes capitales internacionales que eran modelos, con grandes sumas y ahí entonces la actividad central de la Cultura Rock se transformó en lucrar.
Creo que además no tomamos en cuenta lo que decía la antropología, que la importación de otras culturas debe ser hecha con cuidado, para que al igual que un virus no aplaste a la cultura receptora.
Bueno en esto de las diferencias, una voz muy lúcida fue la de Lennon que dijo que dudaba de la apuesta que había hecho: enriquecerse para ser poderoso y después hacer lo que quisiera. Y dudaba porque se daba cuenta que esto no funcionaba así en todas las situaciones. Que había culturas en que esto no se podía hacer, porque si resignas detalles, estás resignando el núcleo de esa cultura.
Con Skay y la negra Poli, «el trío fundador» estás hace bastante tiempo, cómo anda esa relación?
Yo diría que muy bien. Y como no estamos relacionados por ningún contrato, podemos disfrutar de las charlas en las que planeamos el próximo escenario. Porque ese es nuestro real norte: el escenario. Ahí desemboca esta movida que implica por ejemplo ensayar todos los días. Y el escenario es algo que conmueve.
Un periodista con título y todo, preguntaría sin vacilar: ¿qué otras cosas lo conmueven señor Solari?
Creo que uno está más conmovido por lo que desconoce que por lo que conoce. Y como yo fui joven en los ’60 (risas de todos) creo que renuncié a los premios conmovedores que pueden implicar tu propia vida. Algo sé y dentro de eso ya sé qué premios me sirven y cuáles no.
La idea de un premio en tu discurso, está relacionado por ejemplo con lo que le ofrece la cultura a una persona que estudia una carrera universitaria completa?
Exacto. Y decía que hay un montón de premios que están por debajo de una moneda que yo ya pude recobrar en mi vida porque yo recobré la vida. No esclavizarme a ese método por el cual hay que ahorrar vida para encontrar la vida.
Se podría decir que tu relación con la Cultura Rock de los ’60 te dejó un costado práctico bastante vital.
Sin dudas. Por tener la suerte de haber participado en esa cultura, yo pude descubrir rápidamente que el mejor negocio es cobrar al contado… en vida. Por eso a los premios yo creo que los elijo en un estado de total inocencia.
Cuando hay un diseño muy grande, pero no alcanza a pagar mi vida, yo renuncio y no se trata de una resignación, se trata simplemente que sería un mal negocio para mi espíritu.
Suena a cierto respeto por las elecciones, bastante lejos del nihilismo reinante.
Esa es la palabra clave: elegir.
Pero como todo no depende de la voluntad…
Ah sí…la curiosidad no está puesta en los premios que están ofertados como puta calzonuda, sino en todo aquello que se toma derecho a través de sus funcionarios, de declamarnos que «ciertas cosas a mí no me pueden servir como modelo de vida», «que me van a hacer daño», «que yo no debo ni ver ni conocer»… Eso despierta mi curiosidad. No significa que estoy a favor de todo lo oculto y lo prohibido por que sí. Pero como aprendimos algo de este sistema, un sistema en el que no confiamos, fuimos a buscar, por las dudas, en el tacho de basura para ver todo lo que se mutiló, lo que se tiró por inútil, por pecaminoso. Y encontramos cosas muy fuertes, muy vivas, muy cargadas de una emotividad que se había perdido en gran parte.
Eso de buscar en los desechos, indica claramente que no te interesan las leyes que rigen esta cultura o por lo menos que cualquier cambio dentro de esas leyes llevaría a lo mismo. Entonces, cuáles serían las alternativas que podrían ponerse en juego en una «nueva cultura»?
(gesto del Indio tipo: en serio querés que te conteste? Y yo con los ojos le informo que no lo voy a denunciar a ningún psiquiatra)
Bien, una nueva cultura podría estar regida por un principio ordenador como el del placer, por una selección libidinal de los hechos y con la incorporación de lo esquizo y del porno.
Alguna idea de cómo hacerlo?
No, no sé cómo lo podremos hacer, pero sé que en los ’60 no se pudo, entonces insisto en la inutilidad de un camino retro a un lugar que ya fue. Lo que está faltando es pensar una nueva cultura en serio, no algo que modifique la epidermis o el perímetro de este sistema. Y para eso los más jóvenes tienen que experimentar el hoy y hacer sus aportes. Nuestro aporte será tal vez dejar que la música les llegue a través nuestro… Somos músicos que básicamente no creemos que ejecutamos la música, sino que ésta nos ejecuta.
Hay una analogía, con perdón de la palabra, con el psicoanálisis y la poesía, dado que en ambos campos se dice que uno es hablado.
Ahá… Creo que el lenguaje poético es lo más cercano a la música, porque es pura forma y el que deja pasar la poesía por sí, sabe de que se trata, porque va describiendo el poema a medida que va apareciendo.
Mire jovencito, usted está coincidiendo nada menos que con Don Martín Heidegger, quien afrma que la poesía escrita es como la música, debe ser interpretada. Y hablando de alteridades e interpretaciones, a Patricio Rey hay que interpretarlo como un fantasma o es de carne y hueso?
Existe, por supuesto que sí. He tenido noticias de él. Skay también y otros amigos. Tenemos circuitos diferentes. Él tiene mucha plata, nosotros no. Entonces, tal vez esté cenando ahora en un restaurante en Bélgica. Pero en lo esencial, nosotros le mandamos una carta en el ’77 y él aceptó el padrinazgo que le pedimos. Lo que es notable que algo de él aparece cuando nos sentimos en baja forma. En general a veces se acuerda de nosotros y a veces se olvida de nosotros. Funciona como un pupilaje, más parecido a la mafia, que a una secta. Por otro lado, no pensamos que anda en cosas santas, pero es mucho más claro para nosotros que cualquier otra cosa no santa que anda por ahí.
Un lema para cerrar?
Bueno, eso de cerrar es tu problema. Yo te puedo decir uno que tiene que ver con lo que estuvimos hablando, sobre todo el tema de la diversificación. Y no es fácil de enunciar esto, porque parece que uno pontificara, pero ahí vamos:
«El orden es el placer de la razón. El desorden, la delicia de la imaginación».