Lo hizo a través de una carta publicada por La Garganta Poderosa. El músico exhortó a que «ese peligro cotidiano se debe acabar de una buena vez», en referencia a las razzias y torturas de las fuerzas de Seguridad.
Autor: Redondos Subtitulados, 28 de septiembre de 2018. Nota enviada por Indio Solari a La Garganta Poderosa

EL GRITO DEL INDIO,
para Iván y Ezequiel.
Amigos, hoy no me nace ninguna alegría, porque no me alegra nada que provenga de la barbarie que les viene jodiendo la vida a todos los vecinos de sus barriadas. Pero esta condena a sus torturadores me produce, eso sí, una momentánea sensación de triunfo ciudadano, ciudadano como Iván, ciudadano como Ezequiel. Ahora, gracias a su coraje, ya no se puede ocultar el verdadero accionar de las Fuerzas en los barrios populares. Y sí, es favorable este fallo como antecedente para juicios futuros, porque los habrá, como ustedes bien saben. Por eso no quería dejar de agradecerles todo el respeto que me han prodigado por una simple llamada telefónica, cuando mi único aporte pasa por el alcance de una imagen y sus asambleas, en cambio, resisten sujetas a ese peligro cotidiano, ¡que se debe acabar de una buena vez!
El 21 de septiembre de 2018 el Tribunal Oral 9 condenó a los seis prefectos que hace dos años torturaron a Iván Matías Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, los jóvenes militantes de La Garganta Poderosa, describe el artículo del Diario Página 12. La máxima pena los culpables de los vejámenes sufridos por los jóvenes, quienes entonces tenían 15 y 18 años, fue de 10 años y 6 meses y la más baja de 8 años y 8 meses. «Patricia Bullrich va a tener que renunciar», coreaban los militantes de La Poderosa en la puerta del juzgado, tras el fallo. Iván estaba en el centro de la escena, levantado en andas por sus compañeros, mientras flameaba una bandera que reclamaba «Control Popular».
«Casos como el nuestro suceden seguido en el barrio. Ojalá que esto sirva para que las fuerzas de seguridad se calmen y otros pibes se animen a denunciar», se había esperanzado Iván antes de que se conociera la resolución del tribunal. Él mismo y Ezequiel, con el acompañamiento de La Poderosa y de los organismos de derechos humanos, además de la permanente compañía de Nora Cortiñas, denunciaron en su momento las torturas a las que fueron sometidos el 24 de septiembre de 2016, desde las 23 hasta las 7 de la mañana del día siguiente. En aquella ocasión, efectivos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) los subieron a un móvil de la fuerza acusándolos de un delito menor. Luego de ser golpeados sufrieron un simulacro de fusilamiento a orillas del Riachuelo.
El Tribunal Oral 9, que se constituyó en la misma sala donde, en 1985, fueron juzgados y condenados los ex comandantes de las juntas militares—, difundió la sentencia a las 15, cuatro horas y media después de lo previsto. Leandro Antúnez, Osvaldo Ertel y Orlando Benítez fueron condenado a 10 años y seis meses; Ramón Falcón y Eduardo Sandoval, a 8 años y 11 meses, y Yamil Marsilli, a 8 años y 8 meses.
Los seis prefectos fueron considerados culpables por los delitos de imposición de torturas, privación ilegítima de la libertad, lesiones leves, robo agravado y calificado por uso de armas de fuego y por haber sido cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad. Además, el tribunal dictaminó que ninguno de los ahora condenados podrá volver a ejercer un cargo público.
Las penas efectivas fueron las siguientes:
ANTÚNEZ: 10 años y 6 meses.
BENÍTEZ: 10 años y 6 meses.
ERTEL: 10 años y 6 meses.
SANDOVAL: 8 años y 11 meses.
MARSILLI: 8 años y 11 meses.
FALCÓN: 8 años y 11 meses.