Los secretos de Skay

A pocos días de llenar el estadio Malvinas Argentina para presentar su flamante álbum “El engranaje de cristal”, el ex-Redonditos de Ricota contó algunos detalles de entrecasa sobre su trabajo.

Autor: Generación B, 12 de diciembre de 2016. Por Marcelo Fernandez Bitar

En el mes de septiembre, casi sin anuncio previo, Skay Beilinson sacó un disco nuevo, el excelente “El engranaje de cristal”, su sexto trabajo como solista. Primero tocó algunos temas en recitales por todo el país, y finalmente lo presentó el mes pasado con lleno absoluto en el estadio Malvinas Argentinas.

Hoy, desde la tranquilidad de su casa, cuenta con satisfacción que “por suerte estamos tocando seguido” y que disfruta mucho del hecho de tocar. “Siempre es como una aventura nueva y la verdad es que la banda está sonando muy bien y muy ajustada, con momentos gloriosos de mucho vuelo. Estuvimos viajando y yendo a lugares del interior del país donde nunca habíamos ido, donde la gente es muy efusiva y es muy lindo lo que pasa”, explica.

-Con tantos discos grabados, ¿se te complica armar la lista de temas para un show?

-Entran a tomar prioridad los temas nuevos, así que hay que buscar qué temas sacar y cuáles son los que casi inevitablemente tienen que estar porque los van a pedir. En cada show vamos rotando algunos temas y vamos jugando.

-¿Cómo es el proceso de pasar las canciones del álbum al vivo?

-Eso va saliendo en la sala. Partimos un poco de lo que ya está grabado, pero empiezan a plantearse muchos desafíos porque de movida grabo muchas guitarras en el disco, para lograr diferentes texturas. En el momento de componer no pienso en los teclados y lo que después pueda hacer Javi (Lecumberry), así que después tenemos que buscar de qué manera pasarlo. Y por supuesto que suena de otra manera, así que hay que buscar nuevos arreglos y replantear todo. Es curioso que hay ritmos que por ahí rinden muy bien en el disco y en el vivo no rinden de la misma manera. No sé muy bien lo que pasa. Por ejemplo “Egotrip”, que está grabado sin hi-hat, y cuando lo tocamos no rendía así que replanteamos el rol de la batería.

-¿Las percusiones las pasan al teclado o cómo hacen en vivo?

-Algunas cosas las disparamos con una pista.

-La letra de “Egotrip” habla de algo muy genérico pero muchos interpretaron que se refiere al Indio Solari. ¿Qué hiciste cuando te diste cuenta que todos iban a decir eso?

-Lo pensé, pero dije “Va fangulo” porque la verdad es que no lo hice de esa manera y estoy hablando del ego en general. Si vas a estar condicionado por todo lo que puede pensar la gente, no podés hablar de nada. No es mi estilo. No me importó antes, no me importa ahora, no me va a importar nunca.

-¿Cómo surgió la idea de hacer “El equilibrista”, con letra del periodista y poeta Daniel Amiano?

-Hace tiempo que quería probar con Dany. Trabajar sobre la música me es relativamente fácil; la música me sale fácil. Las letras me requieren mucho más trabajo y venía trabajando en dos o tres letras al mismo tiempo, porque se me juntaban temas y no les encontraba la letra. Entonces le dije a Dany que probemos a ver qué salía, sin ningún compromiso: si sale, bien, y si no sale no pasa nada y la amistad sigue. En mi manera de componer, yo voy cantando en una especie de inglés trucho que va planteando una melodía, una rítmica y una dinámica para la letra. Despues hay que acomodar las palabras para que encajen, y es un trabajo bastante arduo. Se lo plantée a Dany, que en realidad labura de otra manera: primero escribe la letra y luego busca la música. Entonces para él también fue un desafío. Creo que fue un encuentro interesante.

-Me decías el otro día que en el estadio Malvinas no iban a tocar “La procesión”.

-Sí, porque así como está planteado en el disco tiene su complejidad. Generalmente, para hacerlos en vivo hay como una reversión, una nueva interpretación donde los roles empiezan a cambiar porque tal vez en el disco  grabé cuatro guitarras. Seguramente ya le vamos a encontrar la vuelta.

-¿De Los Redondos te gusta hacer los que no tocaste mucho en vivo, o los que pide la gente?

-Lo que pasa es que de movida yo tengo una tonalidad muy distinta a la del Indio, entonces hay temas que me cuesta mucho cantarlos o los tengo que readaptar y cambiar de tonalidad. Por otro lado, curiosamente hay temas que con esta banda suenan bien y otros que no terminan de sonar como a mí me gustaría. Con esos límites, vamos encontrando lo que podemos hacer, pero en realidad toco muy poco de los Redondos, apenas dos temas. Es como una complicidad con la gente que quiere escuchar un tema de los Redondos, y sé que los que más quieren escuchar son los de los primeros discos.


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