El autor de Luzbelito, la escultura que había sido robada hace 9 años y fue recientemente recuperada por la Policía, contó que varias veces sufrió intentos de robo de sus obras. Además, consideró al hecho como un “secuestro”
Diario Hoy (La Plata). 3 de julio de 2007

“Me enteré porque hoy (por ayer) llegué a la Facultad y alguien me mostró el diario”. Ricardo Cohen, más conocido como “Rocambole”, amaneció ayer con la noticia, tan inesperada como grata, del hallazgo de Luzbelito, la escultura que le habían robado en 1996, durante una exposición que realizaba en el Pasaje Dardo Rocha.
Rocambole, que se desempeña actualmente como vicedecano de la Facultad de Bellas Artes de La Plata, y fue el encargado de la gráfica de los discos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, contó ayer a Trama Urbana que la cabeza del diablo Luzbelito, realizada en arcilla roja y de unos 30 centímetros de alto, fue creada el mismo año en que desapareció.
Sobre el episodio, Cohen denunció que las autoridades del museo “no se hicieron cargo”, lo que determinó que el artista decidiera no realizar “nunca más una muestra individual en La Plata”. “Sentí lo que siente cualquier persona cuando es despojada de algo que le pertenece”, recordó, aclarando que su único deseo es que sus obras lo acompañen, porque prefiere que sean expuestas a la vista de todos antes de que estén guardadas en una casa.
Sin embargo, Rocambole consideró que más allá de que en el museo fallaron las medidas de seguridad, los intentos de sustracción de sus dibujos y esculturas se han repetido en la mayoría de las exposiciones.
“Los chicos creen que las obras son más de ellos que mías, y tienen razón”, aseveró, con una cuota de humor.
Contó que durante una muestra que realizaba en Florencio Varela dos adolescentes fueron interceptados por la policía cuando se retiraban llevando unos dibujos de su autoría. Y en otra oportunidad, durante una exposición en la provincia de Mendoza, desapareció otra de sus obras, aunque en ese caso el “ladrón” la devolvió un día después.
En cuanto al robo de Luzbelito, el artista no cree que haya sido un impulso de un fanático suyo o de los Redondos, sino más bien de un “secuestro”, ya que tras el hecho recibió varias llamadas extorsivas pidiéndole dinero como rescate. Claro que Rocambole nunca accedió a dialogar con los “captores”: “Los mandaba al diablo”, contó.
El artista platense se presentó ayer en la comisaría Cuarta, que realizó el procedimiento que permitió recuperarla, y confirmó que en realidad se trataba de su escultura realizada para el disco de Los Redondos (Luzbelito, 1996). Sobre el significado de esta obra, Rocambole aseguró que tiene muy pocas esculturas: “Por eso le tengo mucho cariño”. Y agregó: “No es que uno hace pinturas o esculturas a granel para vender, sino que las hago cuando quiero expresar algo”.
Cohen admitió que siempre confió en recuperar la estatuilla robada, convencido de que cualquiera que la tuviera iba a conservarla bien. “Tarde o temprano el largo brazo de la ley llega a su objetivo”, remató.
El artista mantuvo a Luzbelito un rato entre sus manos, la reconoció como propia y los policías volvieron a colocarla en una caja, ya que la denuncia de la sustracción fue realizada por la Dirección de Cultura, que ahora deberá entregársela al autor.
Como un símbolo, Rocambole dejó entrever que tal vez ese acto ponga fin a la larga disputa y sus obras vuelvan a exponerse en La Plata.