Sergio Dawi, ex Redonditos, nos relata en esta extensa charla cómo ve aquellos años y qué pretende lograr con su proyecto actual, Estrellados.
Autor: Rock.com.ar, 24 de abril de 2007

Desde su bunker en el barrio de Almagro, Sergio Dawi, ex integrante de Los Redonditos de Ricota y Dosaxos2, nos habla del presente de su banda Los Estrellados, de sus proyectos y del entorno social. Recuerda anécdotas sobre sus inicios en el Parakultural y hace referencia a la experiencia de cantar.
¿A qué se encuentra abocado Sergio Dawi por estos días de 2007?
Desde hace dos años estoy a pleno con la banda, nos llamamos Estrellados. Estamos con el plan de grabar un segundo disco. Entonces, gracias también a una subvención que ganamos por el primer disco, seguimos ahí en carrera.
¿Por parte de quién?
Del gobierno de la ciudad.
¿El segundo disco sería una evolución del primero?
Si, creo que sí. En principio el primer disco fue solista, yo fui llamando a los músicos amigos que necesitaba para los distintos roles que ya estaban estipulados en los demos que había hecho. Pero en este disco los temas los voy generando yo, y los arreglos y la forma de encararlos son propios de la banda, no de un solista.
¿Ayuda el vivo también?
Ayuda el vivo. Y también en un proyecto de este tipo, donde lo económico no es lo prioritario, los músicos nos involucramos por otras razones. Justamente ahora cuando nos reencontramos, después de estar dos o tres meses parados (nos dimos un tiempo de vacaciones y estuvimos todos ávidos de empezar a tocar), confirmamos que la fuerza está en camino.
Ahora estamos ensayando, ya empezando a demear los próximos temas, que en alguna medida son una continuidad en la imaginaria de lo que fue el disco anterior, pero ya con otro sonido, que tiene que ver con esta banda y la calidad de cada uno de sus componentes.
¿Tienen una rutina diaria establecida para este momento donde empiezan a ensayar y demear?
No no, mirá… todos tenemos muchas actividades y nos juntamos una o dos veces por semana, y ese momento de encuentro es un momento en que estamos a full…
Llegan cargados de todo…
Si si, estamos muy organizados. También tenemos un sistema de grabación en los ensayos, y después durante la semana voy seleccionando cosas interesantes, es nuestra forma de aprovechar el tiempo. A mi me encantaría ensayar todos los días, pero no es posible.
¿Sos una persona abierta a la sociedad? ¿Salís a caminar por tu barrio?
Cuando tenés hijos que van a la primaria y a la secundaria, tenés que ir a reuniones…
¿Vas a reuniones de padres?
Y si, tengo que ir, ¡claro!, también viajar en colectivo, en subte. Es como que en realidad son los lugares donde el músico tiene abiertas las antenas y donde empezás también a sacar fotos, a recepcionar ehh…
Las cuestiones que te van a inspirar…
Claro, cosas que después en alguna medida están impresas en la música. Justamente, uno está inmerso en esta cultura donde hay un exceso de información. Si pretendés tener una lectura de la realidad por los diarios y querés leer los bien, no te alcanzan dos ni tres ni cuatro horas. Entonces bueno, a veces lamentablemente uno tiene un acceso a la información bastante lateral, y en mi caso ya hay muchas experiencias anteriores, intuiciones y desconfianzas, que van certificando y van completando la información que a veces fue dada por el título. Cuando un partido político me está proponiendo algo, yo ya con el título me puedo imaginar todo lo que no se dice, no me hace falta leer el artículo completo. Es decir, tengo muchos canales desde donde nutrirme… inclusive el de las reuniones de padres.
¿Utilizás Internet?
Lo indispensable, revisar el correo y cuando tengo alguna necesidad, navego. Pero en realidad si tengo tiempo, prefiero pasarlo tocando o grabando…
Tu cable a tierra…
Claro, si. Lo otro es también una vorágine que esta bueno, pero llega un momento que tenés que saber dosificar la energía. Entonces cuando tengo un tiempo disponible prefiero hacerlo con cosas concretas, en la música.
¿Vas a ver espectáculos los fines de semana? ¿Teatro? ¿Shows?
Eh… si si, no soy muy asiduo, pero estoy más o menos informado, hay cosas que me interesan y las sigo, las voy a ver. En general son las cosas que no están en un primera línea, que no son los TOP. Entonces apunto a lo que tiene que ver más con lo experimental, con la búsqueda, con el riesgo. En ese sentido, por ejemplo, me doy un paseo por alguna librería donde veo ediciones de libros que mucha gente hace desde lugares que me sorprenden… busco cosas que me sorprendan.
Que a pesar de no ser un Best Seller…
No no, justamente, es el lugar donde yo veo que hay algo que me sigue conmoviendo, el ingenio y, la sensibilidad de muchos artistas que con poco hacen mucho, y lo ponen al servicio de el teatro, poesía, danza, música, cine, etc. etc. En realidad el vivir en Buenos Aires te da la posibilidad de estar en contacto con una parte de la población que está inquieta.
El otro día fui a ver un grupo que se llama La Bomba del Tiempo. Son once percusionistas que improvisan, pero de una manera muy pautada, muy interesante, muy rica. Tocaron el año pasado en un lugar maravilloso que es la Fundación Konex, un día por semana, fueron convocando y en el último show había tres mil personas. Entonces son propuestas que seguramente no las ves en las agendas, pero bueno, suceden. Eso es lo que más me interesa. Pero por supuesto cuando viene Roger Waters, me parece bárbaro poder ir a verlo, es algo que le hace bien al alma.
Paralelamente al proyecto Redondos, sabemos que venís tocando desde hace mas de 20 años ¿Cuál es tu opinión respecto al rock de aquel momento y el actual?
Cada momento es único en su especie, de la misma manera que hace 20 años no había electrónica, hoy por hoy podés escuchar un disco de Catupecu Machu donde sí la incluyen. Por más que no se hayan podido romper los formatos de la canción de rock, ha habido individualidades y grupos que encontraron un lugar personal.
¿Pueden ser las bandas que aún buscan diferenciarse del estándar de rock actual?
A mi, te digo sinceramente, lo que es la copia de la copia de la copia, no me interesa. Por eso te decía que en general la industria del entretenimiento tiene más réditos con los grupos que tienen ese perfil es mas fácil acceder a ellos, porque son los grupos que la industria paga para que vos prendas la radio, los escuches, te gusten y los compres. Mi mirada siempre tuvo que ver con esos grupos de segunda fila, no de los que están ahí adelante. Son las bandas que no tienen exigencias de ninguna empresa y en muchos casos son originales, tienen calidad, feeling, una libertad y la posibilidad de estar en lugares donde…
Bueno, quizá vos fuiste un privilegiado en ese tema.
Por supuesto, si si.
Esa libertad…
Si por supuesto.
¿Te gusta Catupecu Machu?
Si, me parece que está bueno.
¿En algunos casos a los músicos les cuesta ser fans?
A mí no sólo en la música, me cuesta ser fanático de algo (risas). Ya no tengo mitos en la vida en general, ni en el fútbol ni en la política. Es como que soy bastante escéptico, pero encuentro también dentro de ese escepticismo situaciones que me sorprenden. Los mitos me envuelven en lo afectivo…
¿Extrañas las propuestas creativas del Parakultural?
Si, la verdad que fue un época bárbara. Tiene que ver con un momento social, político, una suerte de primavera… salir de un tiempo que estuvo todo bastante comprimido y tapado. Un espacio muy rico que dio la posibilidad de que mucha gente se exprese y pueda comunicarse. El clima de libertad era algo que se sentía apenas entrabas, realmente podía convivir un monólogo con una banda Punk ó un streaptease con una exposición de pintura.
¡La gestación de la expresividad por sobre el negocio!
Si, no era el negocio como vulgarmente lo conocemos, era un negocio con la vida. Cuando uno está haciendo este tipo de emprendimientos querés que la vida pase por ahí y uno cobra por eso, no en dinero, sino en satisfacción, en felicidad de estar haciéndolo… y ahí nacimos con dosaxos2, junto a Damián Nisenson.
Tu socio.
Mi socio. Estuvimos ahí durante un año todos los fines de semana y fue algo bárbaro, porque en realidad compartíamos el camarín con El Club del Clown, Tortonese, Urdapilleta, Los Melli entre otros. Entonces en algún lugar uno se iba alimentando de distintos tipos de expresiones.
Pero… todo tenía que ver con algo
Todo tenía que ver con algo. En realidad fue como enriqueciendo y nutriendo nuestro lenguaje (el de los 2saxos) con características muy personales. Después de haber hecho distintos espectáculos a lo largo de los años con estéticas, escenografías, y músicas diferentes, nos dimos cuenta de que siempre nos nutrimos de esas noches del Parakultual en donde en muchas ocasiones saltábamos al escenario sin Red. Toda la época del Parakultural fue muy atractiva, tal es así que hay muchísima gente que hoy fue absorbida por la industria, nació ahí.
¿Sería posible reflotar ese proyecto hoy en día?
Yo creo que ha habido intentos y me parece que estar repitiendo sería algo que no tendría sentido…. ¡mirá! años después con Dosaxos2 participamos de una movida que se hizo en un fábrica de aluminio (una fundición), IMPA, ahí estuvimos durante un año y medio y fuimos parte de ese movimiento cultural en donde convivíamos con diversas expresiones: cine, plástica, teatro, danzas chinas… todo dentro de esta fabrica recuperada de obreros que empezaron a tener nuevamente una esperanza. Un negocio con la vida. Me imagino que debe haber otras experiencias actualmente, en las cuales tampoco hay un plan de la industria o algo interesante para los medios, solamente hay que encontrarlas.
El tema es ponerse a buscar, no quedarse con la primera opción.
Claro, primero creo que cada uno tiene que ver con qué realmente vibra.
¿Qué sensaciones te dejaron los shows en vivo para presentar «Estrellados» en el Bauen el año pasado?
Fueron 2 meses, casi tres meses eh…
¡Cuánto cartel! (risas)
No, bueno… eso fue una manera de poder curtir a la banda y poder mostrar también lo que estábamos haciendo, fue muy productivo.
¿O sea es probable que los shows no hayan sido idénticos?
No no, cuando hacemos ciclos siempre nos gusta poder brindar la posibilidad de compartir con amigos, invitados que cada noche en el mismo escenario nos sorprendan. Fueron noches inspiradas. Eso fue una característica del ciclo Bauen, un reencuentro con el público, estrechar los lazos con la gente y curtirnos como banda.
¿Cómo fue el reencuentro con el público? ¿Ricotero? ¿Habitúe de Dosaxos2? ¿Gente nueva?
Yo creo que hay de todo, una suma de viejo y nuevo publico. Estuvo bueno darme cuenta que en los shows había gente que no había podido ver a Los Redondos, pero sí a los Dosaxos2, y había gente que solamente había escuchado el disco u otra que tenia curiosidad por la banda. Esta diversidad tiene que ver con la diversidad en la cual yo me empapo para hacer la música. Es muy raro encontrar en mi música los géneros abordados de una forma ortodoxa, en general tienen una cosa medio personal, hay una variedad. Bueno, el público también es variado.
¡Tuviste que cantar!
Tuve que cantar (risas). Sigue siendo un desafío, por suerte todos estos escenarios que fuimos haciendo, me fueron entrenando y ahora es como que me siento más seguro.
Me imagino la primera vez…
Si, pero yo ya tenía canciones desde hace mucho tiempo en las cuales no había incluido las letras en castellano. Cantaba, zanateaba en un idioma muy personal, que no era ni el inglés ni el italiano ni el ruso, era una voz que me estaba dando un clima, una escenografía de lo que iba a ser esa canción. Entonces conviví con esa manera de cantar, luego le di un sentido y pude involucrarme con las historias de los personajes en cada tema, ahí se puso mas fácil.
¿Cómo sigue este viaje? ¿Tenés planeado algún show?
Mirá, el último show que hicimos fue el de La Trastienda, que estuvo realmente bueno. Ahora estamos dedicados a lo del disco nuevo, en principio tengo ganas de grabar y luego salir a tocar.
¿Tu proyecto escénico/musical está un poco solo dentro del circuito habitual, no?
Si, en realidad… te voy a ser franco, un poco fue la intención poder hacer con Estrellados un proyecto escénico musical, pero la realidad fue haciéndolo mas bien musical, y lo escénico es la transmisión de lo que es la credibilidad que le damos a lo que estamos haciendo. Esto no quita que hayamos tenido como invitados a Andrea Prodan, José Maria López o al grupo Elemental que estuvieron dando pinceladas extra musicales.
¿Es parte de tu esencia adosar a cada obra un marco estético/teatral? ¿De dónde proviene esa veta?
Yo soy un curioso. Me gusta estar constantemente en desafíos, me gusta tratar de ir un poquito más allá. Es algo que he mamado y que es parte mío.
Repasando los temas del disco, podemos escuchar varios géneros, incluyendo flautas por ejemplo ¿Cuál es la manera de entusiasmarte con tantos estilos musicales al mismo tiempo?
Esto que notás, la diversidad, es algo que he hecho de una forma conciente, que he cultivado. Justamente, cuando hacías mención al tema con flauta dulce, fue una zapada que luego tuvo otra forma con las guitarras mas bluseras. Pero tampoco es un tema blusero, es medio étnico, es música.
Por otro lado esta esa necesidad aparente de dividir la música en géneros, decir «esto es esto» y «esto es lo otro», es una necesidad mas del mercado, de las góndolas, de cómo organizar la mente del comprador.
Para mí la música tiene que ver con el alma, que es una arma que el músico tiene de poder ir al frente con sus estados de ánimo y las distintas vivencias, que en mi caso, muchas tienen que ver con los viajes. He sido durante muchos años un viajero. Estuve en la India, Marruecos, Europa y por muchísimos lugares donde he mamado y he escuchado mundos sonoros diversos que cuando pongo el output, salen.
¿Cómo tomaste el proceso de gestación de las letras? Se me viene a la cabeza «Pide pista».
Si, eso fue un verdadero desafio. Una experiencia bárbara, en este tema me alié con un amigo.
¿Quién es el afortunado?
Se llama Marcelo Percia, es un amigo con el que nos juntamos muchísimas veces y dedicamos muchas horas a hacer una letra y hasta que no estuvimos conformes no paramos, y fue un disfrute hacerla.
¿Te apartaste un poco del rol de saxofonista?
Ehh si… Prioricé las ganas de meterme con la palabra. Por ahí ha pasado que la gente quería escuchar más saxo, en el vivo pude hacerlo. Venia de Dosaxos, música instrumental en la cual trabajábamos la pura forma, es decir, donde cada oyente puede interpretarla desde distintos lugares, en cambio con una letra estas diciendo cosas mas concretas y tenía esa necesidad. Igualmente no sé como voy a hacer en este nuevo disco, no tengo muy pensado si el saxo va a ser protagónico porque tengo tan buenos músicos… Juan Benitez en guitarra, Pablo Belmes en batería, Martín Tabuyo en bajo eléctrico, Rodrigo Collado como dj, Mariano Pirato en guitarras y teclas, son todos muy buenos.
¿Cómo surgió la iniciativa de acompañar al Indio en su show del domingo en La Plata en 2005?
Había gente amiga mía que trabajaba con el Indio, me invitaron al show del sábado, lo fui a saludar al camarín, me dijo: «¿trajiste el saxo?», no, y ahí me invitó para tocar el Domingo . Al día siguiente fui y toqué, muy sencillo… (risas).
¿Mantenés una relación fluida con el clan de Patricio Rey?
No, pero esto no quita que de la misma manera que se dio lo de La Plata con el Indio, pueda volver a darse con cualquiera. Con Semilla, con Walter nos hablamos, pero es como que cada uno está en su mambo…
Así como nosotros tuvimos la posibilidad de contactarte vía e-mail, tus seguidores también pueden hacerlo ¿qué te dicen los chicos que te escriben?
Me escriben de todo, no se puede generalizar, hay por sobre todas las cosas cariño, me siento un privilegiado. Mucho cariño.. trato de responderles a todos.