Se vino la indiada

Tres horas con Solari antes del debut en La Plata

Revista Soy Rock #18, octubre de 2005. Por Pablo Mileo y Fernando Sanchez

Colgamos el teléfono, confirmamos que íbamos a entrevistar al Indio  Solari por primera vez para Soy Rock, por primera vez en nuestra vida,  pudimos evitarlo: se nos cayeron encima todos los recuerdos, imágenes de años de militancia ricotera, y también todo lo que leímos acerca de los Redondos y del Indio, misterios e intrigas que ayudaron a construir el mito. Por si eso fuera poco, desde la salida de El tesoro de los Inocentes tuvimos rebotando en la cabezal aquella secuencia repetida hasta el hartazgo por cuanto periodista tuvo el privilegio de llegar a Solari: estación de servicio en el conurbano, asistente que te carga en la  4×4, casa de muros altos, guardaespaldas, cámaras de seguridad, perros asesinos a punto de atacar… ¡Qué nervios! ¡Vamos a lo del Indio, el personaje más extraño, uraño, oculto, misterioso del rock argentino!
Pero no. La cita con Julio Sáez, mánager y guitarrista del Indio, fue en una estación de servicio sobre el Acceso Oeste a la altura de Ituzaingó. Seguimos a Julio por las calles arboladas de Parque Leloir él en su viejo Clío, nosotros en el nuestro, y después de no muchas vueltas, llegamos al famoso Luzbola, el dichoso e intrigante hogar-bunker del Indio…, en realidad una casa quinta de apariencia mucho más austera que las de las ostentosas mansiones que abundan en la zona Nos recibió Virginia la compañera del Indio y madre de Bruno, una dama muy amable que nos indicó que siguiendo un corto caminito de lajas, llegábamos hasta el estudio de grabación y sala de ensayo, ¿Qué hay ahí? Un par de habitaciones llenas de cajas, la clásica consola, cubículos para grabar, enchufes para micrófonos hasta en el baño pero nada de lujos ni pretensiones. En el piso de arriba, el Indio tiene su oficina, un espacio muy luminoso con grandes ventanas que dan al parque, equipo de música, mucha biblioteca, pilas de minidiscs, monitor de seguridad, escritorio, laptop, consolita de audio, efectito de guitarra, grabadorcito, pequeñas obsesiones del dueño de casa por todo aparato tecnológico que pueda nombrarse en diminutivo. Es el espacio donde el dueño de casa pasa muchas horas del día haciendo lo que le gusta, leer, escribir, escuchar discos, dibujar, componer o tomar decisiones sobre el rumbo de esta nueva etapa, Lo primero que hizo el Indio fue pedirnos perdón por no darnos un beso: nos estrechó la mano excusándose por estar “medio apestado”. “Hoy estoy medio fané. El niño nos trae diversos virus del colegio y a esta edad, no dormir y estar medio apestado… Lo que pasa es que ellos no se dan cuenta, están moqueando y corriendo con esa energía que tienen que pasa por encima de los rollos que uno tenga con las pestes, pero uno no… Ayer ya estaba medio con dolor, con picazón de garganta y a eso de las tres de la mañana me levanté tapados de mocos y después intenté dormir, peor”. Nos sentamos  entorno de una mesa ratona con un seperteclado con computadora, consola, monitor, todo junto en un mismo aparato. “Está buenísimo” dice el Indio como si hiciera falta. “Acá hago demos, es increíble la calidad de algunos sonidos”. Encendemos el grabador. El Indio pone primera y no lo para nadie. Porque es así: cuando el Indio habla, es muy difícil interrumpirlo. Y como venía hablando de Bruno, hijo de cuatro años y dealer de virus y mocos, bueno, allá vamos…
¿Tu hijo sabe quien sos?
No, no, no. A veces, cuando ve a La Mosca por televisión, dice que soy yo (muchas risas)
¡Nooo! ¡No puede ser!
O a Ballano. Estamos pensando en llevarlo a este recital, pero no da no se qué porque son dimensiones grandes y no es llevarlo a un recital de Martha Argerich.
¿No le mostraste videos?
No tengo muchas ganas
Pero en algún momento le vas a tener que contar “Mirá, Bruno, vos sabes que papá tenia una banda que fue las mas grande del país…”
En algún momento se dará cuenta. A medida que crece, ya los mismos amiguitos… Yo no voy  mucho al colegio por eso, pero vienen los pibes mas grandes del primario, del secundarios a pedir autógrafos. El tipo por ahí mira, pero lo ve con su estado de inocencia.
Y no pregunta «¿que hacés en esa remera papá?»
Esas cosas si. O me ve en la tapa de las revistas. Lo que pasa es que se va acostumbrando y dice “bueno, mi viejo aparece en la tapa de las revistas”. Lo único que dice es que yo canto: “Mi papá canta”

A LOS BIFES
La noticia que nos lleva a la casa-estudio del Indio es su debut solista en vivo. La presentación sobre los escenarios de El Tesoro…será el 12 y el 13 de Noviembre en el estadio único de La Plata. Así que dejemos de hablar de niños y vayamos al punto. Por supuesto arranca el Indio.
«Cuando terminó el proyecto Redondos, lo primero que hice fue mirar a ver que hacia Okay para ver como le iba. Y pensé que mi nicho quizás era una cosa un poco mas grande, pensé en un Luna Park, por ejemplo. Pero de pronto, la gente que está a mi alrededor me ha convencido, esperemos con buen tino, de hacer esto que son estadios mundialistas, muy grandes…Pero estoy muy tranquilo porque no se donde estoy, ya vendrá tiempo de preocuparme si metí la pata. Por ahí me convencieron de que sea mas ambicioso de lo que debía…»
¿Como está sonando tu banda nueva?
Hasta ahora está sonando de puta madre, pero uno no conoce a los compañeros de choreo hasta que está sonando la alarma, ¿no? Lo único que no se es que por ahí es gente que ha trabajado en otras dimensiones…Hay que ver que pasa en un estadio… Aunque tampoco se si el estadio va a estar completo.
¿Probaste muchos músicos antes de decidirte por lo que quedaron?
Habrá un centenar de músicos que mandaron un CD con alguna producción que mostrara sus aptitudes. En todo caso la segunda parte es conocerlos, porque con una banda compartís mucho tiempo. No se trata de que toques bien, nomás. Te tenés que reír de lo mismo. De la primera selección hubo un par de personas que hicieron patito rápidamente por la personalidad…Me equivoqué en un par en un par de personas, pero con tuvo que ver con que eran como músicos sino por su actitud. Hay gente que vive en una chalupa pero como de prono pasa un yate de lujo, quieren inmediatamente estar…Loco, pará un poquito, este es mi proyecto.
¿Va a ser un show distinto del otro?
Siempre hay un veinte o treinta por ciento que va los dos días, Generalmente lo que se hace es cambiar algunos temas. Estamos tratando de llegar a eso con una treintena de temas. Pero para arrancar un año de tocatas tenés que tener por lo menos dos álbumes. Voy a echar mano a temas de Los Redondos porque la gente yo supongo que tendrá ganas de escucharlos cantados por mi también. Siempre el sello de un cantante hace a la cosa mas parecida.
Pensaste que va a ir a verte muchos chicos que nunca vieron a los Redondos…
¿Y eso es bueno o es malo?
Buenos, por lo pronto es así…
Bueno, yo espero que si van, disfruten. La gente tiene la necesidad de escuchar esos temas, pero no reversionados. De eso me daré el gusto mas adelante, de hacer algún tema queme hubiera gustado pero de otra manera. Pero momentáneamente le estoy pidiendo a la banda que sea lo más respetuosa de los arreglos originales. A partir de ahí suena mas power esta banda que la otra porque tengo dos violeros, a mi me gusta mas overdriveado que Okay el sonido. Siempre me gustó mas  que a Okay el sonido crítico, a él por ahí le gusta un sonido un poco mas limpio. Pero yo la escucho muy bien porque la banda suena firme, son muy buenos músicos. Los Redondos, en cambio éramos freaks que hacíamos música. Lo mejor que pasaba era la parte compositiva, no puedo jactarme de cómo sonaban los Redondos. Sonaban bien, convincentes y era una gran postal, pero cuando uno lo  ponía a una cuantización o  a un autotune, estábamos lejos.

PROYECTO 1: DESCANSO Y SUCESOR
Después del doblete en La Plata, hay posibilidades de que el Indio se presente a fin de año en Montevideo, pero todo “dependerá de que cierren los números, porque es una producción cara y sólo se amortiza  en un estadio. Para lugares de 15 lucas tengo que reverlo”. La idea es volver a los escenarios en abril del año que viene y después parar un año, “ya está decidido, quiero recorrer el país con Virginia y Bruno. Igual, el primer trabajo que va a hacer Luzbola es la remezcla de estos shows. La idea es grabarlos, después hacerles una post producción, mezclarlos bien…primero hay que ver comos salen“. Después, el Indio asegura que pronto habrá sucesor de El Tesoro de los inocentes” porque necesito mas canciones mías para tocar y de a poco se me van juntando” De lo poco que adelanta, se sabe que será mas sencillo, menos recargado y denso que El Tesoro…Y no mucho más.

¿Creés que, a diferencia de lo que eran los shows de los Redondos, esta vez la gente va a estar más atenta a como suena todo?
No, porque eso siempre pasó. Con los Redondos vos tenías el último álbum, que siempre tenía a la gente así (se cruza de brazos), tenías los temas que se habían hecho carne, que eran todos remera arriba. Pero eso pasa siempre, en el último álbum están pendientes de tu gestualidad porque es algo que termina de definir la lírica. En los otros temas ya ni te miran, están «Ehhhhh!…» en la suya. Estoy haciendo una especie de show en el que vayan alternados dos o tres temas del álbum nuevo con dos o tres temas viejos de Los Redondos, emblemáticos.
Ahora que no estás más con Poli, ¿quién se encarga de todo lo que no es musical?
Tengo menos libertad porque con Poli estaba todo tan claro, cuáles eran los caprichos del proyecto… Salvo que hubiera que decidir sobre algo que se presentara como novedad, el resto tenía un estándar de realización: «No esto, no esto, no esto» (risas). Era todo «no». Entonces la ejecutividad quedaba en manos de Poli, Skay le daba una mano y yo me dedicaba a la parte creativa. Ahora está Julio como manager, pero hay un montón de cosas, bah… todas pasan por este escritorio, entonces tengo la cabeza un poco…
¿Con qué argumentos te convencieron para hacer dos estadios y no un ciclo en el Luna Park?
Ciclos yo no puedo hacer porque antes los chicos tenían la costumbre de ir siempre. Entonces, no van sólo los que compraron la entrada para ese día, va un montón de gente que quiere entrar a la fuerza y tenés quilombo. Hace muchos años intentamos hacer ciclos en lugares más chicos y ya era imposible, porque iban a ver si podían entrar, y esos lugares chicos no son como un estadio que siempre se estira un poco.
Si tenés la misma gente afuera que adentro pugnando por entrar, tenés quilombo seguro. Yo siempre fui el tipo al que le parecía un disparate ir a River, al que después le parecía un disparate hacer dos días… Y también fuí el tipo que después, cuando estaba hasta las manos y era el pogo más grande del mundo… lo tuvo que aceptar.
¿Vas a recomendarle algo en especial a la gente que vaya?
Así como hay mucho periodismo progre que está aprovechando para renegar del rock chabón, por otro lado, no soy tonto así que va a haber una recomendación en el aviso para que no vayan con pirotecnia. Y que no lleven celulares, más que nada para que no se los afanen. Estos son shows donde va mucha gente, va de todo, gente de clase media, gente que va con el último Nokia y después van los pibes de Laferrere, que ven un pibe así y chau. No es un momento para propiciar que la gente rebeldemente vaya y prenda cohetes y tire cosas, porque donde se lastime uno va a ser una cosa de terror. Pero como decía García: ¿vamos a prohibir las navidades? García tiene esas salidas como artista existencial que son muy claras.
¿Quién se va a encargar de la seguridad?
Hice una producción asociada con dos productores de La Plata, que van a encargarse de todo el operativo de seguridad. Por supuesto, también para sacarme de encima todos los problemas legales. El artista está ahí arriba, pero no tenés conocimiento de toda la ejecutividad, ir a charlar con las autoridades, con la cana… no puedo dedicarme a eso. Como ellos van a dedicarse a esa parte por contrato, se hacen cargo de la responsabilidad. De cualquier manera, el prestigio es el mío. Aunque esté liberado legalmente, el prestigio es el mío, como en tantas cosas que no anden.
Vos contratás uno de los dos o tres sonidos que hay, y ese día vos podés controlar que te lleven las cosas que contrataste, pero hasta que pasó el evento, no sabés. Sin embargo, si sonó mal, lo que sonó mal no es el equipo de fulano… sonó mal el show del Indio. Uno sale del camerino, se sube, hace su gracia como puede y hay rincones oscuros en estas magnitudes. En el Ateneo, hasta en Obras, hay dimensiones en que el artista puede hacerse cargo.

CROMAÑÓN Y DESPUÉS
Es obvio, la charla se dirige naturalmente hacia allá. Después de la tragedia del 30 de diciembre, después incluso de la muerte de Walter Bulacio, aquel pibe que murió en una comisaría después de haber sido levantado por la policía de la puerta de Obras antes de un show de Los Redondos hace ya 14 años, la opinión del Indio sobre lo que pasó en cromañón no solamente es interesante; es necesaria.
(Entonces dice el Indio…)
Es un asunto delicado porque en el medio hay 195 chicos que murieron. Eso implica que hay un montón de familiares y amigos que tienen un dolor que reclama venganza con todo derecho, porque yo me pongo en el mismo lugar y estaría con la pancarta. Pero de ahí a que una sociedad acepte que eso se transforme en la conciencia social de toda una sociedad, me parece que está mal. Que la cascoteen a la señora de Carlotto me parece que está mal. Es como lo del estado que quiere combatir el canibalismo; puede hacer con el caníbal muchas cosas, pero no comérselo.
Un ordenamiento social tiene que estar por encima de los dolores personales porque rige la vida de todos. Por un lado, creo que es injusto que lo traten a Chabán de asesino. Y es injusto en estos términos. Creo que hay una responsabilidad, cuando te toca… te toca. Si te explotó el cohete en la mano, fuiste. Lo mismo que los funcionarios: sos un profesional de hacerte cargo, es así, trabajás de hacerte cargo de esas cosas. Las responsabilidades no las podés evitar. Ahora, ¿qué carátula le ponemos?, ¿cómo lo tratamos socialmente? ¿Chabán es un asesino serial, o es un tipo igual a todos los otros dueños de boliches? La prueba está que cuando pasó eso tuvieron que cerrar todos. Chabán era uno de todos, ni siquiera de tantos, que no cumplía… por distintos motivos, por cómo vivimos en la Argentina. Todo pasa así. Mirá el parque automotor que tenemos. No podemos decir «subimos el horizonte del parque automotor» porque ¿qué van a hacer todos los verduleros que se mueven en la provincia?, toda esa gente que va con ese Dodge 1500 que parece que va a decolar y sube a la autopista con uno. Ése, un día va con una rueda que va haciendo así y mueren un montón. Ahora, vamos todos ahí.
Acá lo que pasó es que hubo un tres tiros que prendió el fuego ahí. Pero de ahí a verlo a Chabán especialmente como un asesino… De movida no es un asesino en el sentido de que no se propuso matar, ni tampoco tenía una conveniencia. Tiene la responsabilidad y tiene que hacerse cargo, porque cuando te toca, te toca… es así.
Si bien no son casos similares, cuando se habla de Cromañón, a veces se recuerda el caso Bulacio. Ése es un error que me gustaría señalar porque, de hecho, me ha costado pagar una franquicia de seguro más grande para estos shows en La Plata. León Gieco cometió el mismo error hablando de este asunto y mezcló a un tipo que murió electrocutado, otro que él dijo que había muerto no sé en dónde, y lo puso también a Walter… Independientemente del dolor que a uno le haya provocado eso por la magnitud de resonancia que ha tenido en la gente, a nosotros nunca nos pudo hacer juicio nadie porque hay que diferenciar las cosas: a Walter se lo llevó de afuera la policía y lo mataron en una comisaría. No murió por la imprevisión de un cable suelto, no forma parte del mismo paquete. Es un muerto querido, es un muerto que hay que reivindicar; pero no tiene nada que ver con el espectáculo en sí. Estaba en la calle, se lo llevó la policía; aunque uno hubiera estado ahí, ¿qué hubiera podido hacer? Trompearse, porque ellos estaban para cuidar la ciudad de lo jóvenes, sería ése el rol que tenían… Vos no podés ir a proteger a un tipo hasta que se toma el bondi a diez cuadras. Protegés el perímetro donde estás trabajando.
El argumento que involucra a los Redondos con la muerte de Bulacio sostiene que había sido la banda la que había contratado a la policía.
Siempre contratás a la policía. Y aunque vos no la contrates, la municipalidad va a defender a los vecinos. El contrato simplemente es una especie de coima, a ver si me entendés, porque si vos no les pagás, ellos mismos van y te arman quilombo. Siempre fue así, vos le dabas para quinientos efectivos, iban treinta y lo demás se lo quedaba el comisario. Uno no tiene dominio sobre la policía. Gracias a ese error que cometió León, la aseguradora se aprovechó y me cobró una franquicia tres veces mayor de lo que habíamos hablado.

¿Creés que los medios condenaron a Callejeros como en su momento lo hicieron con Los Redondos?
No sé, yo creo que estos pibes se han comido un garronazo. Nosotros pudimos seguir adelante, y yo veo difícil el proyecto de estos chicos de ahora en más. No sé qué estará pasando con estas bandas que los apoyan, porque uno ve siempre el mensaje de la insistencia de los padres… Con todo derecho, insisto, pero una cosa es ver las cosas claras y otra cosa es ser insensible. No estamos tratando de ser insensibles, estamos tratando de que la emoción y el dolor no nos obnubilen, y no nos dejen ver las cosas tal cual son.
La lectura que uno hace de la realidad depende pura y exclusivamente de la posición en que está parado. Dos metros a la derecha, dos metros a la izquierda y todo el cuadro se mueve. Entonces las miradas que tienen los padres son genuinas porque están embebidas en el dolor. No debe haber cosa más terrible que enterrar a un hijo, y encima que se muera así, no de algo previsible sino que va a ver un espectáculo y muere… Todos los que están involucrados se la ven muy mal. Yo no creo que a Los Redondos nos hayan tratado peor que a estos chicos. También cuando la magnitud de una banda es más grande, hay un montón de organizaciones que tienen distintos intereses detrás del dolor genuino de la gente.
Eso fue un poco lo que nos fue apartando a nosotros de la queja pública. No es verdad que no fuimos. Yo no fuí el primer día para que fueran lo chicos y porque soy la estampita. Queríamos ver qué pasaba y se transformó en un disparate, les pedían autógrafos. O tendríamos que haber ido de la mano de Varela Cid, que iba en la primera línea, porque todo el mundo se aprovecha de estas cosas. Esas son cosas que la gente no recuerda. Uno las recuerda porque en el momento se da cuenta de que uno no puede ir a zozobrar con el dolor genuino de la gente, abrazando a los tránfugas que aprovecharon las marchas para sus intereses. Esas cosas lo alejan a uno y lo dejan participando genuinamente del dolor bancándose el hecho de que alegremente alguno pueda decir que a uno le dejó de importar o qué carajo.
A mí hay cosas que me duelen mucho. Cuando veo esas madres que ya lloraron durante el velorio, y lloraron a la mañana para Canal 11 y llega un momento que hacen un esfuerzo para teatralizar el dolor… Creo que ahí se les está arrebatando el dolor genuino. Uno sabe cuando se le muere alguien querdio que no está todo el tiempo llorando. Muchas veces uno está como paralizado, pero es tan poderosa la promoción que hacen los medios que la gente hace esfuerzos donde se desnaturaliza intrínsecamente el dolor, el verdadero dolor; el dolor que te está doliendo. Eso es gravísimo. El dolor va y viene, hay momentos en que estás en el velorio de tu padre y no estás llorando; estás tomando un café y dos horas depués te vino una imagen y te largás desconsoladamente a llorar. Pero ese momento no tiene que coincidir con el momento en el que aparece el cronista y te pone un micrófono.
No sé si está bien que estemos teniendo esta charla porque es tan delicado… Es un dolor que no tiene cura. Siempre que uno mete el dedo en la llaga, jode. Es difícil decirlo de esta manera porque uno sabe que va a joder, aunque sea una mirada posible o razonable.
Antes hablabas de los medios que reniegan del rock chabón… ¿qué responsabilidad les cabe a Los Redondos en la creación de los códigos de ese rock chabón tan cuestionado por los medios?
No fué una cosa propiciada por los Redondos. Eso explotó de esa manera. Nosotros veníamos de un público bien diferente al del rock chabón. Toda la primera etapa era más vale una cosa de la bohemia, intelectuales y de cualquier cosa, artistas y obreros portuarios amigos. La bohemia era eso. De pronto se entró a hacer masivo, pero nosotros no nos propusimos nada. Yo hice «Juguetes Perdidos» cuando ya las banderas existían hace mucho tiempo. Por otro lado, a mí me cuesta renegar del folklore de la bengala estéticamente. Será porque con nosotros siempre fue en estadios abiertos, toda esa parte nos agarró cuando habíamos crecido y los peligros eran otros. Más que nada, porque yo tengo imágenes para mí en «Juguetes Perdidos» donde vienen esas banderas y esas bengalas… Esa imagen tiene un poder impresionante. Entonces yo tengo una mirada que creo, que es políticamente incorrecta en este momento, porque frente al dolor de la gente, éstas son elucubracione medio cool que no están muy toleradas. Pero sinceramente es lo que pienso. El acento que el progresismo le puede dar no sé si le pertenece a la cultura rock.
¿A qué te referís?
Esa cosa de emprolijar todo. Yo no sé si hubiera tenido el carácter que tuvo la cultura rock si hubiésemos tocado en lugares con los baños limpios. El CBGB es un antro de mierda; la ventaja es que ahí a nadie se le ocurre prender una bengala. Pero el lugar es una cueva de mierda, peor boliche que Cemento y que Cromañón. Y sin embargo, de ahí salió lo mejor de la cultura rock de los ‘ 70 en adelante. Acá también. ¿Yo voy a renegar de Cemento? ¿Qué grupo puede renegar de Cemento? Todos se hicieron ahí, y esas impresiones pasaron a formar parte de la estética de su música. Es muy complejo y hay que ser cuidadosos. Espero ques ean cuidadosos si van a transcribir esto. Fíjense porque tampoco tengo interés por herir sentimientos, no pasa por ahí el asunto.
¿Y a qué suponés que obedece ese desprecio de cierta prensa hacia el rock chabón?
Aceptemos que las editoriales están siempre en manos de chicos cool, modernosos, porque a las editoriales les interesa que se promocionen las tendencias que vienen del New Musical Express y de otros lados… Y es así como grupos que le interesan a cuarenta personas parecen que fueran una maravilla.; y grupos que llenan estadios medio que no se sabe nada. Pero eso fue de toda la vida.
Cuando La Renga llenó Huracán el año pasado, en el diario más importante salió un pirulito en el que decía que habían presentado su disco «Máquina de sangre»…(risas).
Para mí siempre fue así, no me sorprende. Nosotros llenábamos Racing y los medios hablaban pura y exclusivamente de alguna corrida que había en la puerta. La televisión, independientemente de que a uno no le guste o no le interese, es así. Si sos cornista de espectáculos y hay unos tipos que están llenando tres estadios, no podés de cir que no existe eso. Si unos meten trescientos tipos, vos podés defenderlos estéticamente pero no podés obviar lo otro. Sin embargo, no existieron los recitales de Los Redondos. El periodismo es tan flexible que hay desde gente que deja la vida en la profesión hasta tarados que son delatores de intimidades para alimentar la cabeza vacía de gente que se entretiene con estas cosas.
Las líneas editoriales tienen una bajada de línea del poder. Vos sabés, cuando estás en ese box con tu máquina, si hay cosas que te hacés el boludo y no las decís. Eso pasa en casi todos los medios. Hay una línea editorial a la que de pronto no le gustan ciertas cosas porque les rompe los huevos o porque está a cargo un tipo que quiso hacer el libro oficial y vos le dijiste que no, y te caga la vida.

SKAY Y EL LIBRO
Golpean la puerta, la charla se interrumpe y aparece Virginia para coordinar con su compañero cuándo puede ir a hacerse el molde para el famoso auricular de retorno que el Indio se calzará en la oreja cuando se suba al escenario del Estadio Único de La Plata; un elemento vital para escucharse a sí mismo cuando miles de personas traten de taparlo coreando los clásicos de los Redondos. El asunto es complejo; el Indio se hace el molde acá, pero el aparatito se fabrica en… Texas! ¿Tanto bardo por un auricular?
Sí, porque los míos quedaron en lo de Skay y bueno, quedaron allá… “Botín de guerra”.

1. Ehhhhh!…¿para tanto?
No, lo que pasa….
2. ¿No da ni siquiera para que lo llames y le pidas que te los devuelva?
Hemos estado hablando. Siempre queda una inercia de cosas que hay que resolver; intereses, nada más que eso. Después, qué se yo, en el caso mío está la voluntad porque sinceramente creo que hemos quedado en deuda con la gente… Pero bueno, esas cosas no se pueden forzar. Esta es una milonga que hay que bailarla de a tres, por lo menos. Mi voluntad es ver de qué manera se pueden llegar a solucionar las cosas, pero tampoco es posible hacerlo sólo por la gente, porque si vos te estás llevando para la mierda con el otro… Pero en mi caso estoy abierto más que nada, porque que esto se diluya así no me parece la mejor manera de terminar un proyecto tan querido y de tantos años.

PROYECTO 2: REVERSIONES

Por supuesto, el sucesor de “El tesoro…” no es lo único que está laburando el Indio en estos días. También hay otras cosas, por ejemplo, un disco de versiones en castellano de temas de rock anglo de distintas épocas. Según el Indio, no es un trabajo sencillo por las dificultades del idioma: ”Es imposible traducir lírica, entonces lo que uno hace es ver cuál es el espíritu, qué es lo que quiere decir y generalmente trata de hacer lo temas donde, en los lugares acentuados, los estribillos, el fraseo y la musicalidad coincida con el original. Sino medio que tenés que desecharlo para que sean todas las canciones como las de Ben Molar, que hacía la letra que se le cantaba el forro de las pelotas.” Pero cuando de precisiones se trata, el Indio esquiva la pregunta con una elegante finta y repite que “son temas de la protohistoria del rock, alguno medio cercano, alguno de (John Cougar) Mellencamp puede ser, por ejemplo”.

1. ¿De qué cosas hablan con Skay y Poli?
Estamos hablando porque quedan intereses en común, se siguen vendiendo los discos, hay grabaciones y filmaciones de video que tenemos que ver qué vamos a hacer con eso. Están grabados los Racing, está todo grabado. Lo que no hacemos es sacarlo. Algunos están grabados con muchas cámaras. El archivo está en la casa de los chicos que era el depósito, sobre todo porque Poli se encargaba de tener todo ese material virgen.
2. Un DVD de los Redondos estaría bien.
Por eso, hay que ver. Estamos quedando en vernos permanentemente, pero de pronto yo estoy ahora en medio del quilombo, y cuando no estoy yo en el quilombo está Skay. Habíamos quedado en que yo volvía a llamar y ahora, bueno, yo medio que no tengo tiempo ni de rascarme el culo. La verdad es que estoy hasta las manos.
3. Pero ¿la onda es encontrarse para formalizar el divorcio?
No, no sé. No tengo idea. De movida no hemos hablado más nadie. Estos procesos tienen este tipo de… el proyecto de Los Redondos ha estado sujeto a presiones todo el tiempo. Yo creo que una de las últimas veces dije que lo único posible era resistir a las presiones. Los Redondos es un proyecto deseado por la gente y por uno: pero no por el resto del circuito. Entonces, esto se pone denso.
4. La relación entre ustedes tenía que estar muy sólida para aguantarlo….
Sí, porque uno a veces se hace una coraza pero tampoco podés estar separado de esas cosas porque ahora, por ejemplo, salió el libro de Gloria Guerrero (El hombre ilustrado) y es una cagada, porque la gente te pregunta por cosas inexistentes, cualquier cosa.
5. ¿Es para tanto?
Todo es un disparate! De movida me presenta como un tipo que tengo mal aliento, ya la primera imagen mía… Además yo creo que una biografía mía… En todo caso, que opino yo sobre la cultura podría ser un libro posible, pero mi biografía, salvo una etapa que es justo la que uno no quiere contar y que puede ser la más rica… Pero todo lo demás, no. Mi niñez fue muy cómoda, y el resto lo conoce todo el mundo. No es que tuve que huir de Europa con unos tapices y perseguía la KGB(risas). Esas son las biografías que me interesan. Entonces se hizo sin mi colaboración. Lo único que de alguna manera se acerca es la recopilación que se hizo de lo que yo dije, pero lo demás es todo un delirio. Ese día tendría mal aliento, pero fui yo el que le contó a ella que tenía mal aliento el día que vino acá y la invité a comer!
6. ¡El dragón Solari!
Claro, parecía que iba marchitando las flores por el camino (risas). Y la historia de los Redondos que cuenta Poli y Skay es la historia de ellos, cómo llegan ellos a los Redondos, algo que no tiene absolutamente nada que ver conmigo. Yo no soy ni hippie ni bucólico, yo siempre fui muy urbano. Lo que estaría bueno es que contaran ese tipo de cosas en el libro de ellos. En el ano 62 ya andaba vestido como los Beatles, con saquito de cuatro botones, camisa de cuello redondo, botitas beatles. Mi vínculo con la cultura rock arranca de ahí, no del hippismo.
El problema con las biografías escritas a partir de testimonios de terceros es que las anécdotas que son significativas para los demás, pueden no haberlas sido para vos. De eso está lleno. De movida, los amigos con los que he hecho las experiencias no ordinarias más importantes están muertos. Alejandro, Nano… bueh, ya no están acá. Yo he vivido con ellos, han tenido acceso a mi intimidad, ellos podrían decir lo que fuere que es verdad.

¿Con experiencias no ordinarias te referís a experiencias con drogas u otras cosas?
En genera. De todo tipo.Esa fue la época en la que uno intentaba tener una mirada… también als actitudes políticas. La gente cree que la revolución está en algún tipo de organización a la que uno puede vincularse… La revolución es lo que hacés de la mañana a la noche. Tu manera de vivir es la revolución que podemos hacer los «estadistas eróticos», como dijo Jim Morrison. Yo creo en el acento político de la cultura rock, que tiene otras características; no es la política de los partidos pero se trata de política. Después está el asunto estético y hay hay un montón de otras cosas que tienen que ver con el arte, que es el camino que uno utiliza como vehículo para sus ideales, para proyectar sus maneras de ver la vida.

PROYECTO 3: DUPLA GALÁCTICA
¿El Indio compartiendo cartel? Aunque sin fechas ni plazos, el Indio está a punto de ponerse a trabajar en un disco junto a un músico reconocido del ambiente rockero del que no quiere dar ni media pista. “Estas cosas tampoco se pueden prometer porque uno puede tener deseos pero nunca hemos trabajado juntos”, comenta de manera razonable. ¿Por qué le pintó el dúo?
“Me provoca la intención de trabajar con alguien del que no conozco su manera de trabajar y que eso produzca alguna puta novedad que no estaba en mis planes. Todavía no sé, porque yo soy muy tirano y esta gente se ofrece alegremente para trabajar. Nos llevamos bien de humor, son gente con la que he estado últimamente en contacto, pero en el momento del laburo aparece otro nazi que todos tenemos adentro”. A pesar del entusiasmo el Indio es cauteloso porque en estos casos se complica la historieta: “Lo difícil es cuando creés que está por debajo o como llevás adelante esa relación cuando tenés que decir ‘No, me parece que esto es una desprolijidad terrible, yo lo haría de esta manera’ y el otro te dice: ’A  mi me gusta mas la naturalidad…’ Y ahí se pone difícil porque vos escuchás que todo suena para la mierda (risas). Igual, eso depende de las personalidades. Ha habido encuentros entre personajes de la música del pop y del rock como Spinetta y García, que de pronto quedaron en la nada por el temperamento y las personalidades. Yo le bajo la luz a mi farol, pero bajásela vos también porque no te voy a estar sirviendo el whisky. También pasa al revés y eso me arruina un poco la vida, porque me doy cuenta que esa persona sabe más de mí por lo que ha resonado , entonces me va a costar un huevo hacerlo aterrizar en la vida real, que no tiene que tratarme como si fuera un monstruo raro. Esa es una proyección que tendrá muchos aspectos de mi vida pero que no es así. Vienen de movida con zalamerías y cosas a las que yo no estoy acostumbrado porque me parecen de mal gusto. Prefiero un respeto genuino. Tampoco estoy para soportar a un boludo creyéndose que camina sobre las aguas”.

EL DINERO NO ES TODO
Después de leerlo en las entrevistas, después de charlar un rato con él, una de las cosas que resulta evidente es que el Indio no disimula la importancia que para él tiene el dinero. Lejos del rockstar hipócrita que aunque nada en billetes pretende vender una imagen romántica e impoluta absolutamente alejada del mundo material, Solari no hace ostentación pero tampoco niega que para sobrevivir con elegancia en este mundo capitalista hay que saber pelear con los códigos del mercado. Por eso la pregunta.
¿Qué importancia tiene para vos el dinero?
Creo que la libertad se la tiene que comprar uno. No hay cosa peor que el artista necesitado porque ése termina remando para cualquiera, para la campana de Fulano porque le consiguió un departamentito. En realidad, termina pasando eso, cuando vos estás con el culo al aire y tu hijo tiene hambre, terminás remando para cualquiera. Creo que lo ideal es que el artista pueda organizarse para ganar bien y poder ser libre. O tener un ojo de libertad, uno nunca es libre, pero por lo menos debés poder decidir sobre tu punto de vista ó sobre que música tenés que hacer, cuantos son los días de estudio… Y creo en el artista que pueda pagarse su culo. Tengo para mi cierta austeridad, y esto suena extraño si uno compara cual es mi capacidad de vida con la de alguien que está en el puto suelo de la miseria. Pero yo no soy un tipo de andar necesitando mucho lujo. Mi vida, prácticamente, es una vida reducida. Trato de proyectar en este ámbito, las necesidades de confort que tengo, y cuando compro cosas tienen que ver con tecnología. Ésto (el superteclado que se ubica en el medio de la oficina) no es un aparato que pueda comprar cualquiera, pero está abocado a esto, es lo que me interesa. Después ni la ropa mía me compro, me la compra mi mujer.
¡Uh,  que noticia espantosa! “Exclusivo: al Indio lo viste la mujer” (risas)
Bueno, cuando viajo por ahí aprovecho y me compro la ropa que me gusta porque no hay nadie que me este monitoreando. El problema acá es que voy a una galería y se pudre todo. Insisto, creo en el artista que puede pagar su viaje; y para eso tenés que tener una preocupación por las finanzas, más que nada pensar en todo momento en la parte de la producción de un proyecto. Tratar de que te caguen lo menos posible, porque sabés que te van a cagar. Siempre te van a cagar. Aquel que está en la mesa donde pasa la guita siempre te caga. Los amigos queridos… Siempre hay algún cero que pone alguien en algún lugar… Hasta hace un momento parecía que ponía un cero y nada pasaba, hasta que apareció un cero que les clavó el ojete y te la mandaron a guardar. El otro día lo escuchaba a García y me reía, porque le preguntaban por sus amigos y el decía: “Mis amigos siempre me cagaron!”. Si hay alguien que te va a cagar, ésos son los amigos, porque son aquellos en los que vos depositás una  confianza.  Con los demás se hace más difícil. Y si ya te caga todo el mundo es porque sos un perejilazo…
¿Lo de los amigos lo decís por propia experiencia?
Sí, claro. Los amigos son los que te cagan. No todos los amigos, por épocas. Siempre uno encuentra nuevos amigos… hasta que te cagan (risas). Por eso digo que las trampas no hay que evitarlas para sacarse de encima la paranoia. Y uno tiene que poder seguir siendo fuerte, porque tu vida tiene un valor que va más allá del interés de los demás. Yo siempre me he ofrecido cristianamente: si vos me cagás, vos te lo perdés. Por eso, lo ideal es hacer música con los amigos, hasta que los amigos te cagan. Esto no tiene que ver con los proyectos de los Redondos, porque sino se infiere con facilidad. En general uno no tiene solamente los amigos con los que hace una banda, tiene un montón de otros amigos, y a veces a vos te va mejor que a ellos, y bueno, los ayudás durante un tiempo hasta que un día les es poco. Los mismos amigos que te pedían 500 dólares, un día te piden 5 mil, otro día 20 mil y, loco!, sos un hombre grande…  Tengo un hijo pero, ¿y ese otro montón de hijos tarados que tienen 40 y pico de años a los que les tengo que dar guita a cada rato porque fuimos amigos cuando éramos mas chicos? Ahí es cuando a último momento se la ven venir y take the money and run to Venezuela. Y toda la guita que les prestaste no la ves nunca más.
La única manera de que no te caguen seria no hacer nada, no vender los discos, no organizar shows…
De la única manera que tiene gollete tomarse el trabajo de producir algo es porque lo vas a comercializar. Si no, las ideas uno ya las tiene acá, las disfruta, se las cuenta a los amigos. La única manera es exponerlo a los demás. El sistema que hay es la comercialización, que te permite, sobre todo cuando uno hace una producción independiente, recuperar el dinero que gastaste en ese tiempo. Yo tengo este estudio que es para mí y es un consumo grosso, no es un estudio muy pro, pero es en el que yo hice mi disco. Pero contratás los técnicos, a veces contratás los micrófonos que no tenés vos… Y a los productores independientes les sale todo el doble. Es como pasa acá: arreglar el calefón de la casa de enfrente vale 5 pesos, acá cuesta 50 porque la gente lee estructuras y no sabe ni cómo fue, ni cómo es, por qué yo tengo una hectárea acá en leloir,  cuándo la compre…

PROYECTO 4: EL DELITO AMERICANO

Tiempo antes de que los Redondos editaran Gulp!, el Indio ya había publicado en la revista Cerdos&Peces parte de sus escritos que formaban parte de “El Delito Americano”, que hace rato que “está en stand by porque quiero empezar a ordenarlo”. ¿Editará finalmente ese libro? “Me interesaría materializarlo en animación porque por las características que tiene es muy difícil si no tenés los capitales de Hollywood”. El Delito Americano contiene varias historias entrelazadas, con esos personajes oscuros de la mente Solari. Por ejemplo: «está la Clínica del Doctor Semasendi que es un lugar donde muchos de los personajes de la cultura rock fueron a curarse de los estragos que la propia cultura les hizo”. Estéticamente, la animación la daría la posibilidad de recrear las partes futuristas (o de ‘anticipación’, como dice el Indio)  sin tener que recurrir a grandes escenografías indispensables para la representación. De todas formas, el Indio aclara y baja las revoluciones: “Es un proyecto caro y necesita tener muy claro cuál va a ser la comercialización. ¿Qué va a salir? ¿Es un mediometraje para que la gente lo compre? ¿Se va a dar en episodios en televisión? ¿A dónde va? No puedo hacer eso y los productores invertir dinero en algo no que no tiene un sentido comercial. ¿Es para darme el gusto a mí? Hay gente que tiene idea de comercializarlo, pero yo tengo que ver si es lo que me interesa hacer”.

EL DIEGO Y LAS FOBIAS

¿Es verdad que Diego te invitó a su programa y le dijiste que no?
Sí, pero todo surgió de un malentendido cuando hablé con Mario (Pergolini). Hay una selección que hace la prensa y la gente de aquellos puntos que les parecen conmovedores, extraen algo y lo pintan de una manera. Yo me di cuenta a los pocos días, cuando de pronto me meto en Internet a ver si ya se hablaba del recital, y de pronto leo: “le dijo que no al Diego”. En realidad yo estaba hablando de todas las disculpas que vivo pidiendo. La última fue esta semana por los premios Konex (Los Redondos fueron seleccionados para recibir el Diploma al Mérito a la música popular en el rubro Grupo de Rock); mandé una carta diciendo que agradecía la distinción pero que orgánicamente la banda estaba disuelta y que mi personalidad no se llevaba bien con este tipo de eventos. Pero pidiendo excusas. De movida ni hablé del Diego, yo hablé de un programa de televisión de un tipo muy querible…
Bueno, era obvio…
Pero yo tampoco le daba la magnitud que iba a tener porque yo tampoco soy un fanático de ver los megaprogramas. Para mí era como un dato, pero después a los pocos días, se armó todo el quilombo con una promoción terrible. El objeto de lo que dije en el programa de Pergolini es que yo, por el tipo de personalidad que tengo y por cómo me llevo con estas cosas, vivo dando excusas cuando la personalidad es querible ó, viendo otro ejemplo, cuando las causas son importantes, como en el caso de la Fundación Huésped. Me llamaron para formar parte de un almanaque de notables, y también llamé y les expliqué : “Por un lado, no me gusta  formar parte de un combo de notables porque no me gusta la idea de los notables bajando línea y mandando brasa. Tampoco tiene que ver con arte de Gaby (Herbstein), la fotógrafa, que es muy buena, pero yo no me veo poniéndome una banana y cosas así” (risas). Yo lo hago todo explicando que en mi personalidad hay cosas que no las tolero, son fobias, son taras… A veces, hay un pequeño convencimiento, algo que tiene que ver con mi mirada de la vida, pero en realidad prefiero exponerlas como taras y como fobias porque así es más claro para los demás y que sientan que uno no los está despreciando. Me pasa con las revistas… Esto de disfrazarse de San Martín o de salir desnudo en la cama… No me veo haciendo esas cosas. A la Fundación Huésped les ofrecí que si en algún momento quieren una foto mía para hacer un póster, no hay problema, yo les doy.  Y es más, ahora en las promociones que voy a hacer para el show voy a poner el lacito de la Fundación Huésped. Son causas por las que yo estoy a favor. Lo que no tengo es la aptitud para hacer eso. El caso de Diego, cuando hablé con Claudia, le dije: “Te transmito mi respeto y admiración por las destrezas que ha tenido porque me gusta el fútbol, y mi respeto aún por su personalidad pública…”. Y ella me dijo “Sí, nosotros sabemos, pero no nos queríamos quedar con un no”.
¿Pero no te gustaría jugar un cabeza con el Diego?
No sirvo para esas cosas… Pero si viniera acá a casa, sí (risas). Pero el problema es que a él no le interesa que sea acá. Quedamos con Claudia que por ahí podemos comer juntos… Pero después de esto que ha pasado, no sé, viste cómo es el Diego, cuando tenés esa personalidad no te gusta que te digan que no, y por ahí ahora me está odiando. Pareció que yo salía con los tapones de punta, que le dije que no al Diego… Es un tipo re-querible, admirable en muchos aspectos de su personalidad. Lo que pasa es que no me veo jugando a la pelotita, y no me gusta ninguno de esos megashows: ni el de Tinelli, ni nada. No me gusta y tengo derecho a que no me guste.

EL INDIO Y EL SALMÓN
En medio de la charla y haciendo referencia a la enorme cantidad de canciones que dice tener en “el archivo de las cosas muertas”, el Indio aprovecha y le manda un mimo a Andrés porque “es un capo total, el tipo agarra un portaestudio y hace un álbum comercial. Yo tengo mucha simpatía por él. Un tipo que convence a una multinacional de que le saque un álbum quíntuple… hay que pararse haciendo la venia”.
¿Lo viste últimamente?
Está viniendo mucho al Cielito (estudio de grabación de Bersuit que queda cerca de la casa del Indio) porque está mezclando su disco en directo. Hace un tiempo que no lo veo porque estoy en este quilombo, pero nos mandamos cartas a través de Marta, una de las mujeres que asiste acá a casa y que también trabaja ahí. Además, la gente de Bersuit me invitó a un asado la vez pasada, estuve ahí, que se yo. Así que no lo veo hace rato, pero me manda cartas con dibujos.


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