Semilla Bucciarelli en Uruguay.
Autor: Revista Electrónica LADO B, Montevideo, Uruguay, diciembre de 2003. Por Marcos Ibarra & Jorge Bonelli

Una prolífica producción de cuadros y dibujos del bajista de los Redondos que han sido debidamente enmarcados de manera tal que esos marcos son parte de la obra. Los márgenes (paspartou) entre el marco y la obra muchas veces han sido cuidadosamente creados por el artista con pintura a la que alteró con pequeños trazos sacados con una punta. Cada cuadros está completamente pintado, sin dejar espacios sin trabajar y de manera que inevitablemente son rectángulos, como ventanas a las que podés asomarte o que se te asoman cuando estás ahí.
Colores fuertes, vivos, luminosos y una geometría que evita las formas convencionales pero respeta su equilibrio. Mirando más de cerca se encuentran dibujos en el estilo comic, caricaturas, escenas encontradas en una posible historieta. El impacto general de la obra del pintor autodidacta, tiene aroma de rockanroll, sabor a ricota. La cuidada manera de pintar, en cambio, hace pensar en un tipo paciente, prolijo y detallista. Alguien que se recluye un tiempo para acertar en devolver imágenes que le sugieren las musas. Había un desorden general que fue ordenado en esos cuadros. En este sentido, la pintura del Semilla recuerda más a la pintura en general que a la música de los Redondos.
Pero pareció más interesante preguntarle a algunos de los presentes en la muestra. Nuestro amigo y compañero enLadoB…, Jorge Bonelli, con grabador en mano alentó a que comentaran sus impresiones sobre esta muestra y acá están esas respuestas.
Soledad: La exposición me parece bárbara.
Andrea: 100% X 100% redondo, si se ve reflejado en todo, si realmente se ve que la música está reflejada en las pinturas, totalmente, y ojalá que los redondos vuelvan.
Soledad: Yo no quiero pensar que vuelven (los redondos), todos quieren que vuelvan y entonces te ilusionas más, parece que sale algo el 28 (hay un rumor de que se presentarían en recital el 28 de diciembre)(¿?) dicen, dicen, pero no da para entusiasmarse mucho. Y esta exposición está alucinante, está muy buena.
Andrea: Ves la música y la plástica ricotera en las pinturas, y no sabés nada, no entendés nada de pinturas, pero te gusta y te empezás a fijar en cosas que quizás en otras pinturas no te fijás.
Soledad: Recién estábamos hablando de Rocambole, y el tiene que ver Rocambole, en el sentido de que en esta exposición hay cosas y te fijás en las tapas y en estas pinturas y para mi el Semilla estuvo en eso.
Andrea: Yo conocía de ante mano el arte del Semilla que viene de hace tiempo… (interrumpe Soledad)… hay cuadros que no son de ahora, hay dibujos que son muy viejos, creo que hay uno del 85 (continúa Andrea) … si fijate en ese(señala la pintura que es la tapa de Lobo suelto Cordero atado) es como que el lobo anda suelto por la ciudad entre Gardel y otras gentes más.
Mariana (17)
Bárbaro! No he visto todo pero es muy bueno, me tiene loca la propuesta del Semilla… Ya la pintura dice lo que es él… es rarísimo. Capaz que hay conexión con los Redondos. Ellos son muy raros… las letras de sus canciones no son muy claras; son clarísimas para ellos, pero a la gente le cuesta entender si no sabe de antemano de qué están hablando… Es todo como una vuelta que le dan, y el Semilla es así….
Samuel (25)
Es complejo, perturba un poco. La utilización de los colores vivos te induce a perder la localidad, te lleva un tiempo descubrir un sentido. Es como un espiral en el que entrás y no salís – visualmente, claro- descubrís y descubrís y descubrís cosas, detalles… Yo no sé mucho de pintura, pero eso es lo que siento. Si volviera a ver la muestra otra vez, me concentraría en dos o tres cuadros. No soy ricotero, ya fue esa época; son etapas…
Se ve en la obra la influencia ricotera… hay una dualidad entre la música y el diseño que acompaña esa revolución, esa fuerza de expresar lo social.