LETRA
Esta es la historia
de un asesino porteño.
Tenía diecinueve años y parecía diez.
Lo llamaban «el petiso orejudo».
Creía que hacía el bien,
mataba a los niños sin mirar a quién.
Pobre petiso orejudo…
quiso crecer y no pudo.
Pobre petiso orejudo…
¡quiso crecer y no pudo!
La policía llegaba y él declaraba:
«¡yo estaba aquí cuando pasó!
Lo quise ayudar. ¡Pobre niñito!, ¡no lo pude salvar!»
Así él mataba y nadie sospechaba.
La policía creía en su ingenuidad,
¡pero el noveno crimen ya era mucha casualidad!
Pobre petiso orejudo…
quiso crecer y no pudo.
Pobre petiso orejudo…
¡quiso crecer y no pudo!
Un día ya nadie le creyó
y el petiso orejudo a la cárcel marchó.
Le daban lástima los niños
y para que no sufran
con clavos oxidados morían y le decían:
«Pobre petiso orejudo…
quiso crecer y no pudo»
Pobre petiso orejudo…
¡quiso crecer, créanme!
APARECE EN
MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN
Durante la primera mitad de la década del 80, Los Redondos compartían escenario con grupos como las Bay Biscuits.
Viví Tellas, una de las integrantes de ese grupo, nos regaló esta versión de «El petiso orejudo», junto a Los Redondos. Fue en «Menaje Pub», el sábado 26 de octubre de 1985.
Cayetano Santos Godino (Buenos Aires; 31 de octubre de 1896 – penal de Ushuaia; 15 de noviembre de 1944), más conocido por su apodo El Petiso Orejudo, fue un joven asesino, uno de los mayores sociópatas de la historia argentina, ya que a principios del siglo XX fue responsable de la muerte de cuatro niños, siete intentos de homicidio y el incendio de siete edificios.
Para el 85, Las Bay Biscuits ya no existían pero Vivi continuaba como invitada de Patricio Rey. “Yo venía del teatro y los Redonditos me interesaban por eso, porque siempre les interesó lo teatral, la escena, la performance. Acordate de los redonditos de ricota que repartían. Las primeras veces que los vi no podía creer la performance que tenían”, le cuenta Vivi a Rock Salta vía telefónica desde su casa en Buenos Aires.
Cuando las Bay Biscuits se separaron, Vivi colaboró con dos canciones que cantó con los Redonditos como banda: “Mamá alemana” y “Hércules mío”, ambas creadas en colaboración con su amigo Ignacio Méndez.
“Con Ignacio, que falleció, nos empezamos a juntar. Yo estudiaba dirección teatral en la universidad, pero siempre estaba haciendo cosas en el arte”, recuerda Vivi, que asegura que ella cantaba, pero, en realidad, “no podía cantar”.
“Hacíamos una obrita de teatro con Ignacio y yo cantaba, tenía como un personaje para cantar, y a él le encantaba que yo cantara mal”, sigue, entre risas, y cuenta que ese personaje fue el que llevó al escenario de Patricio Rey. “La cantante que no sabe cantar. O sea, actuaba que cantaba”, dice.
Vivi dice que su colaboración con los Redondos duró poco más de un año “muy intenso” en el que subíó en varias oportunidades a los escenarios de la banda.
“El Indio se bajaba del escenario, mirá lo que te estoy diciendo (risas), y yo quedaba con la banda (más risas). Quedaba con la banda cantando solista -dice-. Pero como no sé cantar, tampoco podía hacer coros, ni nada. Básicamente gritaba”.
“Después se fue normalizando, para mí gusto, y se volvió una banda de rock. Dejaron atrás lo performatico”, dice: “Creo que yo fui lo último que se hizo en ese sentido”.
Vivi Tellas | La última invitada de los Redondos más teatrales. Rock Salta, 26 de marzo de 2024


FICHA TÉCNICA
Disco: Esta canción no forma parte de la discografía oficial de la banda. Sólo fue interpretada en vivo.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Letra / música: Vivi Tellas
Duración: 03:27 (versión del 26-10-85)
Fecha: Interpretada en 1985

