No es dios todo lo que reluce

(Lux perpetua luceat eis)

LETRA

Hay una luz! en esa cruz!
(la luz que los ciegos ven)
Que hiere nuestros ojos
en un lujo fugaz
y no deja mirar
y no hay alivio

Sonríen todo el tiempo y se hacen ver
por lo felices que están de sonreír…

Hay un ladrón! en ésa cruz!
(actúa en la eternidad!)
Y al pie estás vos tan ciego
Jugando al mercader
que ríe en ésa estafa sin pestañear

Al borde del camino te parás
a rebuznar feliz jodiendo sin flaquear

Esa otra cruz me toca a mí!
(y aquella estrella es mi luz)

Hay una luz! en esa cruz!
(la luz que los ciegos ven)

El cielo está tendido
y el infierno servido
y una vez más, amor, salvás mi vida

Besame justo antes, por favor
de que mis ojos se cierren al final

Hay una luz! En esa cruz!
(la luz que los locos ven).
Voy a bailar llorando
sobre mis propios huesos
Voy a cambiar de estrella cantando

Nunca se sabe, puede suceder…
que la vida no termine nunca más

Y esa otra cruz te toca a vos!
Hacer como que no estoy!
Hay una luz! En esa cruz!
(la luz que los locos ven)
Hay un ladrón! En esa cruz!
(actúa en la eternidad!)


APARECE EN

El perfume de la tempestad (2010)

MÁS INFO SOBRE ESTA CANCIÓN

No es dios todo lo que reluce tiene un subtítulo en latín.

Lux perpetua fuceat eis. Que significa: Que la luz perpetua los ilumine. Cuando la letra habla del ladrón (Hay un ladrón / en esa cruz / actúa en la eternidad), no está claro si se refiere a los dos que están crucificados a los costados o al quía principal. Y al mismo tiempo, gracias a Jesús, los dos ladronzuelos quedaron estelarizados en la estampita por toda la eternidad.
Se supone que en la hora de la muerte veremos una luz maravillosa… De ser verdad, esa luz no sería para todos. Para mí sería un destello, con suerte; no una luz que me ilumine para siempre.

No hay alivio, dice la canción. Sin embargo hay gente que pretende sentirlo.

Sonríen todo el tiempo / y se hacen ver por lo felices / que están de sonreír. Si ves las filas que marchan a Luján, te vas a dar cuenta de que la mayoría de los peregrinos sonríe. Debe ser una mueca que tenés que poner. Dicen que el quía echó a los mercaderes del templo, en su momento. Pero ahora sigue pasando lo mismo. El becerro de oro de estos tiempos es el dinero. Hay gente que no ve contradicción entre hacer cierto tipo de negocios y pretender los domingos que Dios existe. ¡Pero están pensando en la guita todo el tiempo!

Pero al mismo tiempo abrís un compás de esperanza, cuando cantás: Nunca se sabe, puede suceder / que la vida no termine nunca más.

Qué sé yo. Ojalá. A mí me gustó esta vida… hasta ahora, al menos.

Indio Solari en conversaciones con Marcelo Figueras. Este texto forma parte del libro autobiográfico Recuerdos que mienten un poco (Bs. As, 1era. edición, Editorial Sudamericana, 2019).


FICHA TÉCNICA
Disco: El perfume de la tempestad
Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado
Duración: 04:48

Ficha técnica:

Música, letra e ilustraciones por Caballo Loco.
Hernán y Martín: edición e ingeniería.
Gaspar y Baltasar: guitarras
Marcelo y Gaspar: bajos
Hernán y Martín: tambores
Caballo Loco: teclados, ruidos y voces
Sergio Colombo: saxo
Miguel Tallarita: trompeta
Alejandro Elijovich: violín
Carlos Nozzi: violonchelo
Dig-it en arte y formato de tapa: Matías

En el medio de la tempestad: Julio

Grabado, mezclado y masterizado en Luzbola LUZBOLA © 2010