El «motor musical» de los Redondos, la banda más convocante en la historia del rock argentino, llegará mañana a la ciudad para presentar su tercer álbum solista, «La Marca de Caín». Habló con El Litoral.
FUENTE: Diario El Litoral – Santa Fe (Viernes 17 de Agosto de 2007) Por Estanislao Giménez
No le ha alcanzado a Eduardo Skay Beilinson (55) con ser uno de los músicos de rock más escuchados en los últimos 15 años (como guitarrista y cerebro instrumental de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota) para cambiar un inmodificable perfil bajo. Incluso tras ejercer el co-liderazgo de la banda platense junto a Carlos Indio Solari y de ser el músico de la banda más activo luego de la separación -va por su tercer disco en solitario-, se lo escucha al otro lado de la línea telefónica con una tranquilidad y humildad asombrosas, a las que se suman, regularmente, interesantes análisis del fenómeno popular que vivió con Los Redondos.
Skay llegará mañana a presentar, desde las 21, «La Marca de Caín», en el estadio cubierto del Club Atlético Unión y en el marco del ciclo UNiRock, que organiza la UNL. Antes de ese material, Skay lanzó, en 2002, «A través del mar de los Sargazos» y, en 2004, «Talismán». En «La marca…», acompaña al guitarrista una banda denominada Los Seguidores de la Diosa Kali, en la que forman Javier Lecumberry, en teclados; Claudio Quartero, en bajo; Topo Espíndola, en batería; y Oscar Reyna, en guitarras.Lo que sigue es una síntesis de la conversación, previa presentación con la Negra Poli, compañera, mánager, organizadora y agente de prensa de Skay, mítica participante de Los Redondos.
ROCK Y DESPUÉS
-Hace poco dijiste que el desafío más grande a esta altura es no repetirse, ¿sentís que es un problema concreto y que afecta a todos los autores y compositores?
-No lo comparo con otros casos. Cada uno tiene sus circunstancias. Yo siempre busqué torcer los estilos; no soy un purista. Busqué y busco diferentes ritmos y sonoridades…
-En tus discos solistas se observa un `coqueteo’ con diferentes géneros ¿qué es lo que más te ha impactado, como oyente, del último tiempo?
-Bueno, nada me ha impactado más que el rock and roll de los 60, cuando era muy joven. Escucho poca música, pero de todo: jazz, tango, clásica, étnica, rock de todas las épocas…
-¿Creés que esa escucha se traslada a tu trabajo de compositor?
-Creo que funciona de alguna manera por la cual uno va absorbiendo músicas, películas, vivencias y forma una suerte de `archivo’. Cada tanto aparecen…
-¿Cuáles son tus expectativas al volver a Santa Fe, en el marco de tu carrera solista?
-Bueno: aclaraciones varias. Lo mío no es una carrera: es una aventura. No soy un solista: somos una banda. Y las expectativas son enormes, ya que creo que la última vez que fuimos con los Redondos fue…
-… en el 97?
-Sí, en la cancha de Colón ¿no?
HERMANOS EN ARMAS
-¿Por qué se plantea la temática de Caín y Abel en este último disco, desde el relato bíblico?
-Porque creo que ahora, en los comienzos del siglo XXI, se vuelve a repetir el mismo drama bíblico (…) quiero decir, vemos todo el tiempo el asesinato de un hermano a manos de otro hermano. Hay muchas lecturas posibles al respecto, pero en un punto Caín y Abel conviven en cada uno, sólo que tenemos la tendencia de culpar siempre al otro.
-Te resultó complejo incorporar a tu trabajo de músico el de letrista y cantante?
-Yo siempre canté, pero no en público; lo hacía en fogones, con amigos. La novedad es hacerlo en una banda y creo que, sí, me dio esfuerzo enamorarme de mi voz. Por otro lado yo nunca escribí, y menos con un excelente escritor como Solari al lado ¿no? Pero creo que cuando uno busca en el fondo de sí mismo, encuentra un estímulo y se va acostumbrando…
-¿Cómo se puede explicar, si es que se puede explicar, el fenómeno de Los Redondos?
-Bueno, se trata de un fenómeno muy complejo sobre el que no hay `una’ explicación; creo que hay varias. Primero, seguramente hubo algunos logros en el plano artístico; segundo, nos fuimos convirtiendo en bandera de un montón de gente o mejor dicho, la gente encontró en nosotros una bandera y, claro, todas las miradas vuelven ahí…
-En una entrevista con Página/12 en 2003 dijiste algo, entre risas, que me llamó mucho la atención: «creo que nosotros pasamos a ser la banda de acompañamiento del público»
-Sí, quiero decir que era tal la magnitud del fenómeno, sobre todo cuando empezamos a tocar en diferentes lugares del interior, que para los chicos de las bandas (sus seguidores), esos viajes eran una aventura, quizás una aventura de dos o tres días, en la cual nosotros participábamos sólo durante dos horas, las del show….
-La final es la pregunta del millón, de la que estarás harto ¿volverán Los Redondos?
-Hoy no hay ninguna intención de que ello suceda, pero no soy tan necio como para negar el futuro…
